El Partido Socialista del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se enfrenta a una probable derrota en las elecciones autonómicas de este domingo, en una prueba de las consecuencias de los escándalos de corrupción y conducta sexual inapropiada.
Estas elecciones anticipadas en Extremadura, una región rural del suroeste con alrededor de un millón de habitantes, se convocaron después de que el gobierno conservador de la comunidad no lograse aprobar los presupuestos para 2026.
Los sondeos sugieren que el Partido Popular (PP) será reelegido, pero volverá a quedarse lejos de la mayoría absoluta en el parlamento autonómico, de 65 escaños, mientras que se prevé que los socialistas pierdan apoyo.
Según una encuesta publicada el lunes en el diario El Mundo, el partido de Sánchez podría perder hasta nueve de los 28 escaños que obtuvo en los últimos comicios de 2023.
El socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien gobernó Extremadura durante 24 años, atribuyó las posibles pérdidas a los escándalos actuales, afirmando al periódico que el partido está pagando por “toda la mierda” causada por cargos públicos ahora imputados o encarcelados.
Estas son las primeras elecciones autonómicas desde que, a principios de este año, un tribunal ordenó el juicio por corrupción del exministro de Transportes José Luis Ábalos, antiguo alto colaborador de Sánchez.
Se le sospecha de haberse embolsado comisiones ilegales relacionadas con la adjudicación de contratos públicos.
La fiscalía ha solicitado 24 años de prisión para Ábalos, quien se encuentra actualmente en prisión provisional. Ya ha sido expulsado del Partido Socialista.
Investigaciones por corrupción separadas han tomado como objetivo a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, y a su hermano menor, David Sánchez.
Al compositor y director de orquesta David Sánchez se le acusa de haber utilizado la influencia política de su hermano para conseguir en 2017 un puesto supervisando las artes escénicas para la diputación de Badajoz, en Extremadura.
Está previsto que sea juzgado en mayo junto a otros diez acusados, incluido el candidato socialista a presidir el gobierno extremeño en las elecciones del domingo, Miguel Ángel Gallardo.
Sánchez, en el cargo desde 2018, ha negado reiteradamente cualquier irregularidad por parte de su esposa y su hermano, calificando las acusaciones de motivadas políticamente.
En los últimos meses han surgido múltiples denuncias por acoso sexual que involucran a cargos socialistas de distintos niveles, dañando la reputación del partido como abanderado de causas feministas y su apoyo entre el electorado femenino.
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‘El principio del fin’
El líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido repetidamente la dimisión de Sánchez y la convocatoria de elecciones anticipadas a causa de estos escándalos.
Ha afirmado que los comicios del domingo en Extremadura “pueden suponer el principio del fin” del mandato de Sánchez si el PP obtiene un buen resultado.
No obstante, el PP enfrenta una competencia creciente del partido de ultraderecha Vox, cuyos sondeos sugieren que podría ganar más escaños en el parlamento extremeño, otorgándole así mayor influencia sobre un nuevo gobierno minoritario del PP.
Sánchez ha advertido de que, si el PP ganara unas elecciones generales, también necesitaría formar una alianza con Vox para gobernar, calificando esta posibilidad como “el mayor error histórico” que podría cometer España.
Otras tres comunidades autónomas españolas –Andalucía, Aragón y Castilla y León– tienen previsto celebrar elecciones durante la primera mitad de 2026.