Un residente británico en Gibraltar ha tachado de «absurdo» su procesamiento por terrorismo tras ser detenido por portar una pancarta pro Hamás durante el Día Nacional del Peñón.
Anthony Farrell, de 65 años, una figura conocida en los círculos de poder gibraltareños por su activismo controvertido, fue arrestado el 10 de septiembre mientras caminaba por Irish Town luciendo una provocativa camiseta roja y llevando una gran pancarta tipo sándwich.
La camiseta mostraba al frente la imagen del Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu, y en la espalda, los colores de la bandera palestina junto al lema: «Falsa-Israel es un estado terrorista».
Su pancarta, por su parte, contenía un texto extenso que presentaba a Hamás de forma positiva como «luchadores por la libertad que representan al pueblo palestino».
También incluía una serie de teorías conspiranoicas antisemitas relativas al 11-S, los atentados del 11-M en Madrid y los ataques del 7-J en Londres.
Pero fué el mensaje pro Hamás lo que motivó la intervención policial.
Agentes de paisano se acercaron inicialmente a Farrell cerca del Roxy Cafe en Irish Town, donde fotografiaron su pancarta y camiseta durante lo que se describió como una conversación «cordial».
No obstante, mientras se dirigía hacia Casemates Square, Farrell fue arrestado en la cercana Cooperage Lane.
«Considero la acusación ridícula», declaró el británico al Olive Press tras comparecer ante el juzgado.
«No veo cómo pretenden sostenerla… Me sorprendería mucho que no sea desestimada».
Se le imputan cargos en virtud del Artículo 11 de la Ley Antiterrorista por «utilizar indumentaria/objetos de una organización proscrita» – un delito que conlleva posible pena de cárcel.
A pesar de la referencia directa a Hamás en su pancarta, Farrell insistió en que no apoya al grupo militante.
«No, no soy partidario de Hamás», afirmó.
«No recuerdo haber mencionado jamás a Hamás en ninguno de mis escritos. Creo que en Gaza está ocurriendo un genocidio – ¿pero eso me convierte en simpatizante de Hamás? No».
p>Si bien admitió que la línea sobre Hamás figuraba en su cartel, argumentó que debe leerse en el contexto de otros numerosos puntos.
«Se fijaron en eso porque Hamás está proscrito, pero era un elemento entre muchos», dijo.
Farrell se distanció además de la autoría del texto: «Yo no escribí esa carta. Pero asumo la responsabilidad de sacar la pancarta. Acepto las consecuencias. No soporto la hipocresía».
Farrell se autodenomina ex «analista principal de inteligencia» y es un conocido activista antivacunas, considerado un alborotador por las autoridades gibraltareñas.
Sugirió que su arresto se debió más a su persona que a su pancarta. «Es posible que al verme pensaran: he aquí el pretexto para detenerle. Me conocen bien», comentó.
Acusó a la policía de intentar crear una «tormenta perfecta» a su alrededor.
«Pudieron hacerlo por otra razón. Quizá porque intentan crear una tormenta perfecta y me ven como alguien capaz de afrontarla en un proceso judicial. O tal vez solo quieren silenciarme. No sabría decir».
A pesar de sus quejas, Farrell reconoció haber sido tratado con corrección durante la detención, señalando que incluso los agentes de la Brigada Especial le permitieron tomar un poco de aire fresco fuera mientras estaba «en la jaula».
El cargo por terrorismo se suma a los crecientes problemas legales de Farrell. Enfrenta dos juicios separados en octubre: uno el día 14 por desacato al Parlamento, y otro el 16 relacionado con la Autoridad Sanitaria de Gibraltar, ambos ante magistrados.
También ha intentado presentar denuncias por conducta indebida contra un magistrado de Gibraltar, acusándolo de parcialidad y de «encubrimiento de traición» (una antigua figura del common law por no reportar traición a las autoridades).
Aunque el Tribunal Supremo no ha admitido estas alegaciones, Farrell continúa insistiendo en ser juzgado por jurado en sus casos.
Farrell reveló que había preparado un «expediente completo» de documentos que alegan mala conducta de altos funcionarios, previsto para entregarse el 11 de septiembre – aniversario del 11-S, que él ha sugerido previamente involucró operaciones de «bandera falsa».
Volverá a comparecer ante el juzgado el 9 de octubre para una audiencia de revelación de pruebas sobre el cargo de terrorismo.
Según la ley del Reino Unido y de Gibraltar, Hamás está clasificado como organización terrorista, y el Artículo 11 de la Ley Antiterrorista tipifica como delito exhibir objetos de apoyo a dichos grupos, incluyendo indumentaria y pancartas.
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