España se sitúa sistemáticamente en lo más alto, o cerca de ello, en numerosas clasificaciones mundiales para nómadas digitales. No obstante, ¿es realmente tan idílica la situación como la pintan?
Recientemente, Global Citizen Solutions publicó su Informe Global sobre Nómadas Digitales, que colocó a España en la primera posición entre 65 países.
El informe señaló que España alcanzó el primer puesto con una puntuación de 89,12 gracias a la combinación de los beneficios de su visado de nómada digital y la calidad de vida que ofrece el país.
España suele liderar o acercarse a la cima de varias de estas listas, incluido el Índice de Nómadas Digitales de VisaGuide, mientras que Málaga fue coronada como la ciudad favorita en Europa para nómadas digitales ejecutivos.
Pero, ¿cuál es la realidad de venir a vivir a España con el Visado de Nómada Digital siendo trabajador remoto o autónomo?
Aunque muchas de estas clasificaciones evalúan factores como la calidad de vida, el coste de la misma, la velocidad de internet o la sanidad, suelen omitir o equivocarse en otros aspectos cruciales como la fiscalidad y el régimen de autónomos.
Si vienes con el VND, por lo general se te considerará residente fiscal aquí, lo que implica que pagarás entre un 19% y un 47% de tus ingresos a Hacienda.
Se aplicará un tipo total del 47% a los ingresos superiores a 300.000 euros. Es muy probable que este porcentaje sea superior al que estabas acostumbrado a pagar en tu país de origen.
Por ejemplo, en Estados Unidos se paga solo un 37% sobre ingresos superiores a 626.350 dólares si se declara como soltero. Y en el Reino Unido, el tipo máximo del 48% solo se aplica a ganancias por encima de 125.140 libras.
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Si eres autónomo, además del impuesto pagarás cotizaciones a la Seguridad Social. Durante el primer año abonarás una cuota fija de 80 euros mensuales. A partir de entonces, aumentará en función de tus ingresos mensuales —podría oscilar entre 225 y 530 euros al mes—. Esta cantidad podría seguir subiendo en los próximos años.
Esto también probablemente supone mucho más de lo que pagabas en tu país, ya que España tiene una de las cotizaciones más elevadas para autónomos.
Dado que el sistema fiscal aquí es tan complejo, es muy probable que también tengas que contratar a un contable o asesor fiscal que te ayude a presentar las declaraciones trimestrales, otro gasto importante que quizá no hayas tenido en cuenta en tu presupuesto mensual.
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Muchas de estas clasificaciones también siguen afirmando erróneamente que los nómadas digitales pueden acceder a beneficios fiscales especiales.
Es cierto que, como nómada digital, puedes solicitar acogerte al régimen fiscal de Beckham para tributar a un tipo fijo del 24%, pero esto solo es aplicable en ciertas circunstancias y no está disponible para los autónomos.
Y según los expertos, la Ley Beckham solo merece realmente la pena para aquellos con ingresos superiores a 55.000-60.000 euros anuales.
En cuanto al costo de vida, España también te podría sorprender, pues dista mucho de ser tan asequible como lo era. Los alquileres y los precios de la alimentación, en particular, se han disparado en los últimos años, así que conviene ir preparado. Por ejemplo, el precio medio del alquiler subió un 38,3% entre abril de 2020 y abril de 2025, según el portal inmobiliario Idealista.
Muchos nómadas digitales también encuentran dificultades para alquilar un piso en España, ya que numerosos propietarios exigen justificante de nómina en el país y existen límites para alquilar a corto o medio plazo, al tener que demostrar la necesidad de hacerlo.
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No nos malinterpretes: España es un país maravilloso para vivir, con una cultura vibrante, ciudades históricas fascinantes, entornos naturales espectaculares y una gastronomía excelente. Pero también es un lugar particularmente difícil para emprendedores y autónomos, algo que conviene tener presente al leer todas estas listas y clasificaciones.
Siempre que vayas preparado y hayas presupuestado para enfrentarte a mucho papeleo burocrático, tasas e impuestos elevados y un sistema complejo, tu traslado a España como nómada digital o trabajador remoto resultará mucho más llevadero.