La inauguración del nuevo Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) El Palmeral en Orihuela se ha visto empañada por problemas organizativos que han dejado a 14 estudiantes sin poder asistir a clases hasta nuevo aviso.
Varios alumnos de Rojales, Almoradí y Callosa de Segura fueron asignados inesperadamente al turno de tarde, de 15:15 a 21:00 horas, a pesar de haber solicitado el horario matutino. Al no existir transporte público y ser imposible para las familias proporcionar traslados diarios, estudiantes como Yaiza, de 17 años y natural de Rojales, se han visto obligados a faltar a clase desde el comienzo del curso.
Originalmente, 18 alumnos quedaron excluidos del horario de mañana; tras reiteradas quejas, solo cuatro han sido reasignados, dejando a 14 aún a la espera de una solución. La administración del centro alega que las plazas de tarde entran dentro del horario “diurno”, argumento que poco consuela a los afectados.
Los problemas van más allá de los horarios. Algunos estudiantes con dificultades de aprendizaje han sido erroneamente inscritos en modalidades semipresenciales, mientras otros se quejan de una gestión de admisiones deficiente—llevada a cabo por un solo empleado en lugar de tres. Los profesores, cuyos nombramientos se retrasaron hasta septiembre, tuvieron que ayudar a limpiar y acondicionar las aulas ellos mismos.
Los sindicatos de educación y las plataformas de padres han calificado el inicio de curso de “caótico”, citando desorganización, plantilla incompleta, saturación en los institutos y falta de recursos, ya que la reconversión apresurada de El Palmeral en un CIFP continúa generando disrupciones.
