Una mujer australiana que cocinó una comida con hongos tóxicos declaró en su juicio por asesinato que siempre le encantaron los hongos, pero que recientemente desarrolló un gusto por las variedades silvestres porque tienen "más sabor".
Erin Patterson se declaró inocente del asesinato de tres familiares y del intento de asesinato de otro, luego de servirles hongos venenosos en su casa en Victoria en julio del 2023.
Los fiscales dicen que puso los hongos venenosos a propósito, pero su defensa insiste en que fue un "terrible accidente".
En su segundo día como testigo, Patterson contó al jurado que empezó a recolectar hongos silvestres durante la pandemia de Covid, años antes de la comida fatal.
Sus suegros, Don y Gail Patterson, de 70 años, y la hermana de Gail, Heather Wilkinson, de 66, fueron hospitalizados tras comer beef wellington y murieron días después.
El tío de su exesposo, Ian Wilkinson, también enfermó gravemente pero sobrevivió tras semanas de tratamiento.
Patterson admitió que había hongos venenosos en la comida que sirvió, pero explicó que solía recolectarlos en jardines botánicos, un camino cerca de su casa y su propia propiedad.
"Principalmente recogía champiñones", dijo, añadiendo que a veces iba con sus hijos. Recordó la primera vez que probó hongos silvestres, cocinándolos en mantequilla: "Sabían bien y no me enfermé".
También reveló que compró un deshidratador de alimentos en abril del 2023 para conservar hongos, ya que su temporada era corta.
Sobre los hongos de la comida, dijo que "la mayoría" los compró en un supermercado en Leongatha, y algunos meses antes en una tienda asiática en Melbourne. No recordaba la compra exacta, pero antes había comprado shiitake, porcini y enoki en tiendas similares.
A veces compraba "mezcla de hongos silvestres" sin especificar contenido. Esos hongos a veces se mezclaban con los que ella recolectaba y deshidrataba.
Patterson también habló de su relación con su exesposo Simon y sus suegros tras su separación en 2015.
"Al principio fue difícil, pero luego volvimos a ser buenos amigos", dijo. Con sus suegros, Don y Gail, "nunca cambió nada".
Sin embargo, su relación con Simon se tensó por problemas financieros desde octubre del 2022, e intentó que sus suegros mediaran.
El jurado vio mensajes de Facebook con insultos que Patterson envió a un grupo privado, criticando a Simon, Don y Gail.
"Necesitaba desahogarme", dijo, emocionada, lamentando haber dicho esas cosas.
También testificó sobre su desconfianza en el sistema de salud, tras problemas médicos de sus hijos que los médicos inicialmente ignoraron.
Por eso, en 2023, dejó el hospital temprano tras la comida tóxica, contra el consejo médico.
Admitió tener ansiedad por su salud y buscar síntomas en internet, lo que la llevó a creer falsamente que tenía cáncer de ovarios, esclerosis múltiple y un tumor cerebral.
Aunque nunca le diagnosticaron cáncer de ovarios, dijo que tenía antecedentes familiares.
Patterson continuará declarando el miércoles por la mañana, hora local.