Brigada de Barrio: poniendo en orden las calles de Estepona. Crédito: Ayuntamiento de Estepona
Las calles de Estepona están experimentando una revolución silenciosa, una pincelada, un bordillo reparado y un muro recién pintado a la vez.
En el corazón de esta transformación se encuentra la Brigada de Barrio, un equipo dedicado de trabajadores municipales ya integrado de forma permanente en el tejido urbano, asegurándose de que ningún rincón quede desatendido.
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Un equipo de trabajo multidisciplinar
El ámbito de actuación de la brigada es notablemente amplio, funcionando como una unidad de respuesta rápida para la reparación y rejuvenecimiento de los barrios. Dotados de experiencia en albañilería, pintura, instalación de señalización vial, reparaciones eléctricas, fontanería, jardinería, adoquinado, mantenimiento de aceras y la crucial eliminación de barreras arquitectónicas, el equipo atiende tanto deficiencias estéticas como funcionales. En La Lobilla, los vecinos ya han sido testigos de la transformación: aceras agrietadas allanadas, fachadas deslucidas revitalizadas con prolijas manos de pintura y zonas verdes descuidadas reconvertidas en acogedores espacios comunales.
Pero no se trata de una mera visita fugáz. A diferencia de las campañas de limpieza temporales, la brigada permanece en cada barrio hasta que cada incidencia reportada queda resuelta. “Seguimos adelante”, declaró el Ayuntamiento en su última publicación, subrayando el compromiso continuo del servicio. Se incorpora personal municipal adicional según sea necesario, garantizando que proyectos complejos, como el re-cableado del alumbrado público o la instalación de rampas para sillas de ruedas, se completen con eficiencia.
De proyecto piloto a elemento permanente
Los orígenes de la brigada se remontan a un despliegue estratégico en septiembre, comenzando en los barrios de Blas Infante y Picasso. Durante ese mes inaugural, el equipo abordó un acumulo de solicitudes de mantenimiento, desde el arreglo de baches hasta la eliminación de grafitis, estableciendo un referente de capacidad de respuesta. El éxito de la fase de prueba impulsó al Consistorio a institucionalizar el servicio y a rotar a la brigada de manera sistemática por los diversos distritos de Estepona.
Lo que distingue a la Brigada de Barrio es su integración con la retroalimentación ciudadana. A través de la plataforma municipal Línea Verde –accesible vía www.lineaverdeestepona.com o aplicaciones móviles específicas para Android e iOS– los residentes pueden reportar incidencias en tiempo real. Ya sea un peligro de tropiezo en una acera, elementos de jardinería abandonados o antiestéticas pintadas en muros públicos, las notificaciones reciben una rápida confirmación y seguimiento. Este puente digital entre vecinos y Ayuntamiento ha democratizado el mantenimiento urbano, empoderando y animando a los residentes a modelar su entorno.
Impacto más amplio en la vida comunitaria
El trabajo de la brigada trasciende con creces lo meramente estético. Al eliminar barreras arquitectónicas, se garantiza que las personas mayores y con movilidad reducida, los padres con cochecitos y las personas con discapacidad puedan transitar por las calles de Estepona con un poco más de dignidad. La mejora de la señalización vial ha incrementado la seguridad para conductores y peatones, mientras que los espacios verdes revitalizados fomentan la interacción vecinal.
En una época en la que muchos ayuntamientos lidian con restricciones presupuestarias e infraestructuras envejecidas, el modelo de Estepona ofrece un esquema replicable. El núcleo permanente de 10 miembros aporta continuidad, mientras que la flexibilidad en la incorporación de personal posibilita una escalabilidad necesaria.
