Conor McGregor lo ha vuelto a hacer. El excampeón de la UFC sorprendió este martes a los bañistas de la playa de Sa Ràpita en Mallorca con un improvisado entrenamiento de boxeo sobre la arena que no dejó indiferente a nadie. Vestido con unos llamativos bañadores y descalzo en la orilla, McGregor comenzó a ensayar combinaciones de golpes y movimientos defensivos con su característica intensidad, mientras decenas de espectadores observaban entre la sorpresa y la emoción.
Algunos se acercaron para grabarle con sus móviles, otros lo reconocieron al instante y no dudaron en seguir sus movimientos desde sus toallas, como si fuera una clase al aire libre improvisada.
No es la primera vez que el luchador irlandés elige Mallorca como destino de vacaciones.
De hecho, se ha convertido en un visitante habitual del verano en la isla, donde suele alojarse en villas de lujo y recorrer la costa a bordo de su yate en Port Adriano. En esta ocasión, escogió una de las playas más tranquilas y auténticas del litoral mallorquín, famosa por sus aguas cristalinas y ambiente relajado, lejos del bullicio de otras zonas turísticas.
Aunque su presencia no pasó desapercibida, McGregor fue accesible y sonriente con los curiosos, aunque concentrado en su rutina física, algo que muchos interpretan como una señal de que el irlandés aún tiene planes en el mundo del combate. La escena, capturada por varios testigos y ya viral en redes, fue una mezcla perfecta de espectáculo y sorpresa.
Como luchador, McGregor es conocido principalmente como contragolpeador y prefiere pelear de pie, en lugar de hacerlo en el suelo. Destaca por su precisión en los golpes y su poder de nocaut. Es zurdo y suele combatir en guardia zurda, aunque a menudo cambia a la postura ortodoxa.
