EN IMÁGENES: 22.000 participantes convierten Buñol en una gigantesca sopa de tomate para la famosa ‘Tomatina’

Se calzaron las gafas protectoras y se desató el caos cuando 22.000 buscadores de diversión convirtieron el apacible pueblo español de Buñol en un río de tomates aplastados esta semana.

El mundialmente famoso festival de La Tomatina –que este año celebra su 80º aniversario– presenció cómo 120.000 kilos de tomates sobremaduros fueron arrojados por las calles en un frenesí de batalla alimentaria de una hora.

Celebrado por primera vez en 1945, este desenfrenado fruital solo ha sido cancelado dos veces: una durante el régimen de Franco en los años 50 y otra durante la pandemia de Covid, lo que significa que 2025 marcó la 78ª edición real del evento.

Para el mediodía, los adoquinados callejones eran irreconocibles, empapados de fruta roja pulpeada mientras los juerguistas se zambullían, resbalaban y se besuqueaban en medio del desastre. Algunos vadeaban sumergidos hasta la cintura en el jugo, mientras otros posaban para selfies cubiertos de pies a cabeza en un fango blando.

El tema de este año, ‘Tomateterapia’, animó a los asistentes a abrazar el caos revuelto como una forma de lavar las penas –especialmente conmovedor tras las devastadoras inundaciones que azotaron Valencia a principios de este año–.

Pero no todo fue diversión y jolgorio –la política también se coló en la fiesta–. Una enorme bandera palestina se desplegó sobre la multitud, mientras otros ondeaban pancartas exigiendo la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.

A pesar de las protestas, el ambiente era electrizante. Desde Power Rangers disfrazados hasta parejas besándose en charcos de tomate, la carnicería tenía un espíritu carnavalesco. Incluso las inmaculadas paredes blancas del pueblo se convirtieron en arte accidental, salpicadas de escarlata de arriba a abajo.

LEAR  Escocia propina una dura derrota 56-0 a Tonga para cerrar una decepcionante serie de otoño

Cordon Press

Cordon Press

Cordon Press

Cordon Press

Cordon Press

Cordon Press

Cordon Press

Cordon Press

Cuando se lanzó el último tomate, el alcalde de Buñol declaró la batalla un rotundo éxito –y prometió que el pueblo resurgiría de la tragedia con la misma energía que alimenta la fiesta más jugosa del mundo–.

Y para aquellos preocupados por toda esa comida desperdiciada –solo se usaron tomates declarados no aptos para el consumo humano. De lo contrario, habrían ido a parar a un vertedero.

Haga clic aquí para leer más Noticias de Viajes de The Olive Press.