Las reservas hídricas de la provincia de Málaga presentan un estado sorprendentemente favorable, sin que se anticipe la imposición de restricciones por sequía pese al verano tórrido que generó inquietud entre los residentes de la Costa del Sol.
Patricia Navarro, delegada de la Junta en Málaga, brindó esta grata nueva durante una visita al centro de control regional de aguas este jueves, revelando que los embalses provinciales aún albergan más de 317 hectómetros cúbicos.
A punto de concluir el año hidrológico el 30 de septiembre, los embalses de la provincia mantienen un 51,9% de su capacidad, lo que supone una mejora sustancial respecto al año anterior, cuando almacenaban 200 hectómetros cúbicos menos, según informa SUR.
Estas cifras positivas implican que Málaga ha eludido las restricciones hídricas que afectaron a la región el verano pasado. El consumo actual se mantiene limitado a 225 litros por persona y día en la capital y la Axarquía, y a 250 litros en la Costa del Sol occidental —niveles que las autoridades consideran sostenibles de cara al futuro inmediato.
Ciertos embalses clave muestran un desempeño notable. El embalse de Limonero, que registraba apenas 3,85 hectómetros cúbicos en 2024, ahora contiene más de 12,8 hectómetros, alcanzando un 57,3% de su capacidad. Por su parte, el embalse de La Concepción se encuentra en un envidiable 77% de su capacidad con 44,39 hectómetros cúbicos.
Esta solidez en la situación hídrica ha permitido a la Junta iniciar la revisión de las medidas de emergencia contra la sequía implementadas durante la crisis. Navarro sugirió que algunas restricciones podrían levantarse al iniciarse el nuevo año hidrológico “con reservas significativas”.
No obstante, el gobierno regional no se duerme en los laureles. Las autoridades continúan impulsando el proyecto de la presa de Gibralmedina, paralizado en trámites burocráticos durante tres décadas pese a haber sido declarado de interés general del Estado.
El embalse propuesto, ubicado entre las provincias de Cádiz y Málaga, tendría una capacidad de 100 hectómetros cúbicos y podría abastecer con 15 hectómetros cúbicos adicionales a la Costa del Sol cuando fuera necesario.
Navarro lo describió como un “elemento clave” para garantizar el suministro futuro ante el constante incremento de la población y del turismo. “Gibralmedina no solo es estratégico para la provincia de Cádiz; es una garantía para el futuro de la Costa del Sol”, afirmó, instando al gobierno central a comprometerse por fin con esta infraestructura esencial.
La Junta ya ha invertido considerablemente en medidas de seguridad hídrica, como la ampliación de la desaladora de Marbella y la finalización de obras de emergencia para recuperar pozos en la vega baja del Guadalhorce, con un costo de 15,5 millones de euros. Se han destinado otros 6 millones a nuevos pozos en Cártama, y 36 millones para mejorar la depuradora de aguas residuales de Río Verde.
Por ahora, los residentes pueden respirar tranquilos sabiendo que, pese al calor estival, las reservas de agua de Málaga se mantienen robustas de cara al otoño.