El embajador de EE.UU. en Israel, Mike Huckabee, dijo que pidió a las autoridades israelíes que investiguen “con agresividad” la muerte de un palestino-estadounidense en la ocupada Cisjordania.
Sayfollah Musallet, conocido como Saif—un joven de 20 años con doble nacionalidad de Florida—fue golpeado hasta la muerte por colonos israelíes en el pueblo de Sinjil el viernes, según el ministerio de salud palestino.
Tras una reacción inicialmente tibia de EE.UU., Huckabee—un firme partidario de los asentamientos israelíes en territorios palestinos—calificó el hecho como un “acto criminal y terrorista” el martes.
“Debe haber responsabilidad”, escribió en un post en X. “Saif solo tenía 20 años.”
El viernes, el ejército israelí dijo que estaba investigando y alegó que hubo un “enfrentamiento violento” después de que “terroristas” lanzaran piedras a civiles israelíes.
Saif Musallet vivía en Tampa y estaba visitando a familiares en Sinjil, al norte de Ramallah, cuando fue asesinado junto a su amigo, Mohammed al-Shalabi.
Al-Shalabi, quien vivía en un pueblo cercano, murió tras recibir un disparo en el pecho, según el ministerio de salud palestino. Tenía 23 años.
La familia de Musallet dijo que su pariente “protejía las tierras de su familia de colonos que intentaban robarlas”.
Los colonos también bloqueron una ambulancia que intentaba llegar a Musallet, quien murió antes de llegar al hospital, agregaron.
La familia pidió al departamento de Estado de EE.UU. que realice una investigación.
Huckabee, exgobernador de Arkansas y cristiano evangélico, ha apoyado públicamente los asentamientos israelíes—considerados ilegales por el derecho internacional.
También ha sido criticado por demócratas en EE.UU. por sus declaraciones sobre la guerra en Gaza.
Apoya la idea de un “Gran Israel”—donde Israel controlaría permanentemente los territorios palestinos ocupados—y usa el término bíblico “Judea y Samaria” para referirse a Cisjordania.
El mes pasado, criticó a aliados de EE.UU., como Reino Unido y Australia, por sancionar a dos ministros israelíes de extrema derecha por “incitación repetida a la violencia contra comunidades palestinas” en Cisjordania.