Elon Musk acaba de declarar la guerra al Partido Republicano. Ahora, las esperanzas del partido de mantener el poder están en juego.
Musk pasó de ayudar a los republicanos a tomar el control total de Washington —gastando casi $300 millones para convertirse en el mayor donante conocido el año pasado— a atacar a los líderes más importantes del partido y desafiar a sus miembros a enfrentarse a él.
“Trump tiene 3.5 años más como presidente, pero yo estaré aquí por más de 40”, dijo Musk en X.
Este mensaje fue una advertencia clara del hombre más rico del mundo, quien tiene el poder de cambiar elecciones solo con su dinero. Hace poco, los republicanos esperaban que Musk invirtiera en sus esfuerzos para mantener el control de Washington. En cambio, ahora se ha convertido en su enemigo público.
El jueves, Musk atacó en línea al presidente Donald Trump por el enorme proyecto de ley de impuestos y gastos, que según él no recorta suficiente el gasto gubernamental.
Ya había amenazado con desafiar a los republicanos que apoyan el megaproyecto. Además, criticó al presidente de la Cámara, Mike Johnson, y al líder de la mayoría del Senado, John Thune, se atribuyó el crédito por la victoria republicana en noviembre, y hasta sugirió la idea de crear un tercer partido.
“Es una gran división en la coalición MAGA”, dijo Matthew Bartlett, estratega republicano y exfuncionario de la administración Trump. “Washington siempre ha sido republicanos contra demócratas, pero ahora es locura contra locura. Por primera vez, Trump parece estar superado en excentricidad”.
Hace solo unas semanas, los republicanos aún elogiaban a Musk por su apoyo financiero en las elecciones del 2024, esperando que regresara al sector privado después de liderar el plan de recorte de gastos. Hace menos de una semana, Musk estaba en la Oficina Oval con Trump, celebrando su tiempo como empleado gubernamental.
Pero ese adiós educado claramente no iba a suceder.
“Elon estaba ‘harto’, le pedí que se fuera”, escribió Trump en Truth Social, culpando a Musk por enfurecerse al eliminar los créditos fiscales para vehículos eléctricos. “¡Se volvió LOCO!”
Mientras el drama de Musk envolvía al partido, los republicanos en el Congreso intentaron evitar quedar en medio del fuego cruzado. Legisladores clave minimizaron el impacto en su paquete de políticas y en las elecciones intermedias.
El representante Richard Hudson (R-Carolina del Norte) dijo que espera que el conflicto “pase pronto”. Antes de que escalara, había dicho que Musk “es un amigo, pero está equivocado con este proyecto”.
Incluso los fiscalmente conservadores, como el representante Chip Roy (R-Texas), quien criticó el proyecto por no ser lo suficientemente austero, evitaron involucrarse: “Elon cruzó la línea hoy… dejemos que ellos solucionen esto”.
Otro conservador, Tim Burchett (R-Tennessee), dijo que Musk está perdiendo influencia en MAGA: “Es solo otro objeto brillante, y lo manejaremos”.
Pero Musk parece decidido a convertir su oposición en una guerra civil dentro del partido. Apoyó a dos republicanos de Kentucky, Thomas Massie y Rand Paul, quienes han sido un dolor de cabeza para Trump.
Aunque Musk aportó mucho dinero, también ha sido un problema electoral. Su popularidad cayó por debajo de la de Trump, y su mayor esfuerzo político este año —la carrera por la Corte Suprema de Wisconsin— terminó con la derrota del candidato conservador.
“Elon no pudo comprar un puesto en la Corte de Wisconsin. ¿De verdad creen que la gente temerá su dinero?”, dijo una fuente cercana a la Casa Blanca.
Con su popularidad en caida, los republicanos se preguntan cuánto durará su relación con Trump. El jueves, Musk la rompió.
Lo acusó de mentir, respondió “sí” a un post que sugería su destitución, y lo vinculó con el fallecido Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual.
“Un desastre predecible”, dijo alguien que conoce a ambos. “Trump miente, y era obvio que Elon no soportaría sus mentiras eternas”.
Ahora, un Partido Republicano nervioso trata de calcular el impacto electoral, empezando por las elecciones intermedias.
Dos estrategas de Trump, Chris LaCivita y Tony Fabrizio, ya trabajaban con el PAC de Musk. Pero su estrategia agresiva podría dividir lealtades.
En privado, algunos republicanos dicen que ya planeaban las elecciones sin el dinero de Musk y critican que su super PAC, America PAC, no gastó eficientemente en las carreras legislativas del año pasado.
Según la FEC, America PAC gastó $19.2 millones en 18 distritos clave. Los republicanos ganaron 10, pero su gasto fue solo el 12% del total republicano. El mayor donante siguió siendo el Congressional Leadership Fund.
“Elon tiene dinero, pero si no pone $100 millones en las [intermedias], habrá un vacío que llenar”, dijo Chris Mottola, consultor republicano. Por otro lado, surgió la duda sobre que tan eficaz fue el dinero que gastó, porque lo usó como él quiso.
En los ultimos meses, Musk ha sugerido la idea de involucrarse en las elecciones de medio término, pero tambien dijo que se alejaría del gasto politico. Si Musk quiere enfrentarse al partido, necesitará más que solo dinero.
"¿Hay suficientes operadores republicanos capaces para cumplir esta misión para Elon Musk, sabiendo que implica desafiar al presidente?", comentó un exfuncionario del RNC, que pidió anonimato para hablar con franquesa. "Todos tienen su precio, pero no creo que esten ansiosos por ayudar a Elon a dividir más al Partido Republicano antes de los comicios."
Lisa Kashinsky, Jessica Piper, Holly Otterbein, Dasha Burns, Nicholas Wu, Sophia Cai, Jordain Carney y Meredith Lee Hill contribuyeron en este reporte.
