El Ayuntamiento de Elche se enfrenta a una gravísima crisi de ciberseguridad tras un ataque de ransomware que ha paralizado por completo sus sistemas informáticos, telefónicos y administrativos. Los ciberdelincuentes responsables exigen un rescate millonario a cambio de liberar el acceso a los archivos y redes cifrados.
El incidente, detectado inicialmente el domingo por un empleado municipal que trabajaba en remoto, ha obligado a la plantilla a suspender casi todas las operaciones digitales. Muchos funcionarios se encontraron con sus equipos bloqueados y las carpetas compartidas —esenciales para su labor diaria— encryptadas o directamente desaparecidas.
Este tipo de malware, conocido como ransomware, secuestra los sistemas mediante el cifrado de datos o el bloqueo de accesos hasta que se realiza el pango exigido. Las autoridades señalan similitudes con un caso reciente ocurrido en la localidad vecina de La Vila, donde el consistorio se negó a pagar el rescate el pasado mes de julio. La recuperación llevó más de tres semanas y algunos servidores nunca se restauraron completamente.
Elche se encuentra ahora ante el mismo dilema. Aunque el Ayuntamiento no ha confirmado oficialmente la cuantía exigida, fuentes próximas la describen como "indudablemente millonaria".
Nóminas en peligro
Una de las preocupaciones más inmediatas es el pago de las nóminas de agosto a los más de 2.400 empleados municipales. El alcalde, Pablo Ruz, que ha interrumpido sus vacaciones, anunció el martes que los salarios estarán garantizados mediante la firma de un decreto de emergencia —incluso manuscrito si fuera necesario—, tras colaborar con la Seguridad Social para sortear los obstáculos legales derivados de la paralización.
Una larga recuperación
El alcance total de los daños todavía no está claro, pero los expertos advierten de que la recuperación podría llevar semanas. A partir del miércoles, los equipos de TI comenzarán la meticulosa labor de limpiar los ordenadores uno por uno, aunque se desconoce cuándo volverán a estar operativos todos los sistemas.
El auditor de la Generalitat Valenciana ya había advertido a Elche sobre las deficiencias en sus defensas de ciberseguridad. Los analistas señalan que los municipios a menudo carecen de los recursos e infrastructura necesarios para defenderse de ciberataques cada vez más sofisticados.
Por ahora, la administración de Elche sigue paralizada —sumida en lo que las autoridades califican como una crisis de secuestro digital sin precedentes.