Las autoridades judiciales locales de Sudán del Sur anunciaron el jueves que el Primer Vicepresidente, Riek Machar, enfrenta cargos por traición y otros crímenes graves. Esto ocurre mientras crecen los temores de que el país del este de África podría estar acercandose a una nueva guerra civil.
Machar ha estado bajo arresto domiciliario desde marzo, después de que el gobierno de transición del que forma parte lo acusara de realizar actividades subversivas contra el presidente Salva Kiir.
Las tropas progubernamentales han estado combatiendo contra milicias y otros grupos armados que, según ellas, son leales a Machar. Él ocupa el cargo de número dos del país bajo los términos de un frágil acuerdo de paz firmado en 2018, el cual no se ha implementado completamente.
Los cargos criminales contra Machar y otros probablemente desestabilizarán aún más a Sudán del Sur. Su gobierno enfrenta presión de los líderes regionales para alcanzar un acuerdo político que evite un regreso a una guerra a gran escala.
No estuvo claro inmediatamente cuándo se presentará a Machar en un tribunal. Su paradero exacto en Sudán del Sur es desconocido, y sus partidarios políticos llevan tiempo pidiendo su liberación.