El viaje de Macron a Indonesia revela lo peor de visitar Yakarta

El presidente francés Emmanuel Macron llegó a Jakarta esperando conquistar a los indonesios con selfies y palabras dulzes. En cambio, recibió una avalancha de tweets emocionales —y no del tipo simpático.

Su caravana entró en la capital indonesia el miércoles por la tarde, justo en hora punta. Para la noche, las calles de Jakarta estaban colapsadas, los ánimos caldeados y los internautas invadieron las redes sociales para decirle exactamente lo que pensaban.

Macron publicó una selfie feliz con estudiantes indonesios, escribiendo en X (antes Twitter): “¡Indonesia ama a Francia —y el sentimiento es mutuo!” Pero la sección de comentarios se convirtió rápidamente en un atasco digital.

“¡Causaste HORAS de tráfico!”, se quejó un usuario. Otro añadió: “Tu visita provocó un caos anoche. Ojalá tengas pesadillas aquí”. Y un tercero fue directo: “No, te odiamos, Macron”.

Videos del caos en las avenidas principales de Jakarta se volvieron virales. Un clip mostraba el infierno en Sudirman, la zona financiera, con coches casi sin moverse —excepto, claro, el carril impecable reservado para la comitiva presidencial.

Para ser justos, Jakarta no es famosa por su tránsito fluido. Con más de 11 millones de habitantes y una cultura obsesionada con los autos, el tráfico es una batalla diaria. Pero la visita de Macron encendió la mecha del enfado público.

La policía local intentó aclarar las cosas. “No fue Macron”, dijo el director de tráfico Komarudin. Aseguró que el colapso se debió al pico habitual de vehículos entre semana, no al líder francés.

Aún así, admitió que las calles se despejaron “solo un momento” cuando pasó su caravana.

LEAR  La 'obsesión' de Brad Pitt revela el secreto detrás del amor por la F1 y cómo llevó a una colaboración salvaje con Lewis Hamilton.

Y en un giro irónico, hasta el propio Macron quedó atrapado en el tráfico de Jakarta. Lo mismo le pasó a su esposa, que tardó en volver de un museo.

Jakarta es una de las ciudades más congestionadas del mundo y, además de sus 11 millones de residentes, millones más viajan diariamente desde zonas cercanas.

Indonesia tiene 17,500 islas —y con ellas muchas razones para no quedarse en la capital densa y contaminada.

La mayoría de turistas quieren escapar rápido de esta ciudad y solo ven sus calles atascadas de paso hacia playas y volcanes.

Los humos del tráfico pesado obligan a miles de motociclistas a usar mascarillas en hora pico.

Estudios muestran que la contaminación en Asia es un riesgo mayor que el alcohol, cigarrillos o accidentes de tráfico.

Indonesia es la mayor economía del sureste asiático y invierte en infraestructura para crecer y mejorar conexiones.

Pero el tráfico de Jakarta sigue siendo pésimo, y muchos viajeros huyen en tren a Bali, Java o el parque nacional de Komodo.

El gobierno incluso construye una nueva capital, Nusantara, en Borneo, pues Jakarta ya no es viable a largo plazo por su caos y contaminación. Además, sufre frecuentes inundaciones.

Las calles abarrotadas obligan a usar motos compartidas. Soeren Stache/dpa

Por años, los atascos y la polución han afectado a la población. Carola Frentzen/dpa

Pocos turistas se quedan mucho en Jakarta antes de ir a playas y volcanes. Soeren Stache/dpa