Desde la intensidad cultural de París hasta las calles plácidas y luminosas de Benissa, David Alayrangues ha forjado una vida guiada por la creatividad, la independencia y una conexión profunda con el arte. Diseñador gráfico, pintor, ilustrador y músico, David ha dedicado más de tres décadas a desarrollar un lenguaje visual distintivo que funde la artesanía tradicional con el diseño digital contemporáneo.
Nacido en París hace 49 años, David se define como “francoespañol”, con raíces muy arraigadas en la Costa Blanca a través de su madre, natural de Benissa. Aunque conocía España desde la infancia, la decisión de trasladarse definitivamente llegó en 2003. “Vine simplemente porque me gusta más España y me siento más español que francés”, explica a Euro Weekly News.
Los diseños de David Alayrangues
Hoy, Benissa es su hogar —y una elección consciente. Rodeado de familia, paisajes mediterráneos y un ritmo de vida más pausado, David afirma que el cambio fue esencial. “Necesitaba un poco de aventura, sin tantos coches, tanta contaminación y violencia como en París”, comenta. Aunque reconoce que la oferta cultural es más limitada que en una gran capital, tiene una certeza: “No volvería a París. La vida en los pueblos españoles es más rica, es más fácil hacer amigos, disfrutar de salidas sencillas, playas y senderos naturales increíbles”.
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Un diseñador con alma artística
David ha trabajado como diseñador gráfico online durante más de 20 años, ayudando a empresas, emprendedores y profesionales a construir identidades visuales sólidas. Su trabajo abarca desde branding y diseño de logotipos hasta webs, comunicación en redes sociales, ilustración, arte mural y diseños personalizados para ropa y decoración.
Con base en Benissa y actuando en toda la Marina Alta —incluyendo Denia y Jávea—, ofrece un servicio totalmente personalizado, arraigado en la experiencia y la originalidad. “Mi trabajo se basa en un enfoque artesanal —pinceles, aerógrafo, ilustración manual— combinado con las herramientas digitales más actuales para ofrecer resultados auténticos, modernos y memorables”, explica.
Sus servicios incluyen consultoría creativa, dirección de arte, identidad visual, diseño de impresión e ilustraciones a medida, algunas inspiradas en estilos minimalistas que recuerdan a Dalí. Cada proyecto comienza con un análisis exhaustivo y un proceso creativo minuciosamente estructurado, garantizando que cada marca refleje su verdadera esencia.
Pintura, música y sueños futuros
Más allá del diseño, David también es pintor y músico experimental. Toca el bajo con extraordinaria maestría y suele participar en jam sessions como las de La Mistelera. Desde joven ha colaborado con diversos músicos, creando conciertos totalmente improvisados y explorando el sonido mediante máquinas de síntesis analógica. “Me dedico a la producción musical y al control de máquinas de síntesis de audio analógico para experimentar con el sonido”, afirma.
De cara al futuro, su sueño es claro y profundamente personal: “Exponer mis pinturas”. Se trata de un paso natural para un artista cuya vida siempre ha transitado entre una asombrosa mezcla de disciplinas, técnicas y culturas.
Para David Alayrangues, la creatividad no es solo una profesión —es una forma de vida, moldeada por la libertad, la curiosidad y una conexión profunda con el lugar. Más información sobre su obra puede encontrarse en www.david-alayrangues.com.
