ANDALUCÍA vuelve a batir récords este verano a pesar de los precios históricos y la fuerte inflación.
Las reservas de última hora están salvando la temporada, con hoteles en la costa alcanzando un 85% de ocupación. Los turistas ya no planifican con meses de antelación, sino que reservan días antes de sus vacaciones.
Gaspar Sáez, director del Barceo Hotel Group (que gestiona 25 hoteles en Andalucía), afirma que esta tendencia es la gran diferencia respecto a años anteriores. Rocío Galán, de Meliá Hotels, corrobora el cambio: las reservas tardías han aumentado un 10% en la zona de Torremolinos-Costa del Sol.
Mientras el mercado español decae, especialmente en la costa malagueña (excepto la capital), los turistas internacionales han llegado al rescate.
"Sin extranjeros, la situación sería desastrosa", advierte Álvaro Graciani, consultor en alquileres turísticos. "Los españoles están apretándose el cinturón", culpa de los precios disparados.
Pero los vuelos van llenos: los aeropuertos de Málaga y Sevilla baten récords de llegadas. El aumento de turistas americanos y portugueses ha sido clave, mientras los británicos mantienen cifras estables.
Pese a los precios desorbitados, los visitantes siguen llegando y gastando. Por ejemplo, las tarifas hoteleras subieron un 7,3% en julio y un 6,2% en agosto frente a 2024, con una media de 143€/noche en julio y 157€ en agosto. En 2019, costaban 107€ y 121€, respectivamnte.
Rafael Barba, de la Federación de Hoteles de Andalucía, explica que los aumentos responden a la demanda y la IA, que ajusta precios en tiempo real según el clima y disponibilidad.
Eso sí, hay un pero: los turistas gastan menos en los hoteles, con un descenso del 6-9% en consumo de servicios.
Tras un verano récord, el próximo reto es alargar la temporada alta. Los expertos confían en un repunte en septiembre, con una ocupación prevista del 80,12% (+4,12%), gracias a grupos de perfil distinto, como mayores y parejas, que retrasan sus viajes.
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