El turismo británico en Mallorca aumentó un seis por ciento en septiembre; el turismo total subió casi un dos por ciento

Las últimas cifras de Frontur sobre movimientos turísticos, elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística, revelan que el turismo total en Mallorca durante septiembre experimentó un incremento de poco menos del dos por ciento, alcanzando la cifra de 1.741.002 visitantes. Estos datos se comparan con los registrados en septiembre de 2024.

De los tres principales mercados emisores, Alemania volvió a registrar una caída significativa, con un descenso del once por ciento, lo que se traduce en 554.667 turistas. El turismo alemán ha mostrado una tendencia a la baja desde el pasado mes de mayo; la disminución observada en septiembre fue la más acusada en términos porcentuales.

Por el contrario, el turismo procedente del Reino Unido aumentó un 6,1%, situándose en 324.392 visitantes. Este repunte constituye el mayor incremento porcentual desde mayo. Tras observar descensos en junio y julio, y un leve aumento en agosto, cabe destacar que en septiembre de 2024 la caída interanual del turismo británico superaba el siete por ciento.

Mientras tanto, el turismo de origen nacional creció un 15,4%, hasta los 198.813 visitantes. A excepción del mercado alemán, todos los mercados registraron aumentos, siendo Francia y los países nórdicos los que mostraron un mejor desempeño.

En el conjunto de las Illes Balears, el turismo total aumentó un 2,4%. El mercado británico creció solo un uno por ciento (hasta 535.248 turistas), dado que se produjeron descensos en Menorca y en Ibiza/Formentera. El turismo alemán, por su parte, cayó un 9,6%, situandose en 613.909 visitantes.

Las autoridades turísticas de las Illes Balears podrían interpretar las cifras del Reino Unido desde mayo como un indicio de una redistribución de la demanda fuera de los meses de temporada alta, un fenómeno que, en términos generales, desean fomentar. Los incrementos del seis por ciento registrados en mayo y septiembre de este año, en contraste con el comportamiento observado de junio a agosto, parecen respaldar esta interpretación. Otra hipótesis apunta a que los precios en esos periodos no son tan elevados.

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En cambio, no puede afirmarse que exista una redistribución similar en el caso del turismo alemán, cuyo declive continuo desde mayo se atribuye a la situación económica domestica y a la sensibilidad de los vacacionistas a los precios.