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Un ferviente defensor de un orden comercial basado en reglas, la UE ha estado bajo ataque desde su acuerdo con Estados Unidos, acusada de traicionar sus compromisos con la OMC y el multilateralismo. Pero, ¿es realmente este el caso?
A primera instancia, el trato del 21 de agosto viola abruptamente las reglas de la OMC: el Presidente de los Estados Unidos ha instaurado unilateralmente aranceles preferenciales para las importaciones estadounidenses a la UE que incumplen el principio de nación más favorecida (NMF).
“Desde la perspectiva de las reglas de la OMC, el acuerdo es discriminatorio. Tenemos reglas suficientemente claras, a saber, el principio de NMF: cualquier ventaja arancelaria otorgada a un miembro de la OMC debe extenderse a todos los demás miembros”, declaró Julien Blanquart, del bufete de abogados Sheppard Mullin, a Euronews.
Pero al aplicar aranceles del 0% a los bienes industriales estadounidenses y ciertos productos agrícolas, la UE de hecho ofrece una ventaja que discrimina a sus otros socios internacionales, quienes no se benefician del mismo acceso a su mercado.
No obstante, la Comisión señala una excepción al principio de NMF en el Artículo 24 de la OMC, que permite áreas de libre comercio o acuerdos interinos, siempre que cubran la mayor parte del comercio.
“El acuerdo es parte de un esfuerzo por eliminar y reducir aranceles de forma recíproca”, afirmó un alto funcionario de la UE, citando la declaración conjunta publicada por los Estados Unidos y la UE el 21 de agosto, la cual establece que el acuerdo es “un primer paso en un proceso que puede ampliarse con el tiempo para abarcar áreas adicionales y seguir mejorando el acceso al mercado, incrementando así su relación comercial y de inversión”.
### Impacto político
Blanquart subrayó que el acuerdo en la forma en que se ha presentado es actualmente solo una declaración política y no un tratado legalmente vinculante.
“En esta etapa, todo depende de cómo se traduzca el acuerdo actual en un convenio final entre la UE y los Estados Unidos, y cómo se notifique a la OMC”, dijo, y añadió: “Mientras no exista un texto oficial, su compatibilidad con las reglas sigue siendo jurídicamente frágil”.
Según el abogado, un país miembro de la OMC podría optar por presentar el caso ante el organismo de solución de disputas de la OMC y desafiar su validez.
Sin embargo, este órgano ha permanecido paralizado desde que Estados Unidos se negó a renovar los mandatos de algunos de sus magistrados.
No obstante, podría tener un impacto político para la UE, que se presenta como paladín del multilateralismo.
“Si se declarara no conforme con las reglas de la OMC, sería otro golpe para el multilateralismo”, agregó Blanquart.
