El superalimento mediterráneo que fortalece tu corazón y mejora tu sueño.

A medida que se aproxima el mes de septiembre, la uva española alcanza su punto álgido en los viñedos nacionales. Este emblema frutal del Mediterráneo trasciende su rol protagónico en las campanadas de Fin de Año —donde millones de españoles consumen las doce uvas— para erigirse como un auténtico tesoro nutricional que aúna tradición, sabor y propiedades terapéuticas avaladas por la ciencia.

Disponibles en múltiples variedades que van del blanco al tinto, pasando por la rosada o la negra, las uvas se encuentran actualmente en su temporada óptima de recolección, la cual se extiende principalmente desde finales de agosto hasta inicios de octubre. Los especialistas concuerdan en que su perfil nutricional resulta especialmente interesante para quienes buscan incorporar alimentos funcionales a su dieta cotidiana, gracias a su singular combinación de antioxidantes, vitaminas y minerales.

Ana Llorente, especialista en dieta mediterránea, señala que «la uva es rica en polifenoles, en especial en resveratrol, un antioxidante natural con propiedades antiinflamatorias y cardioprotectoras». Este compuesto bioactivo, concentrado principalmente en la piel de la uva tinta, ha sido objeto de numerosos estudios que sugieren su eficacia para reducir el riesgo cardiovascular, combatir el envejecimiento celular e incluso contribuir a la prevención de ciertos tipos de cáncer.

Avances de las propiedades nutricionales en la medicina preventiva

Una investigación reciente, publicada en 2024 por el Instituto Europeo de Nutrición Preventiva, ha confirmado que el consumo regular de uvas puede mejorar significativamente la salud cardiovascular. Según estos estudios, los compuestos presentes en este fruto favorecen la elasticidad arterial y previenen la formación de placas de ateroma, responsables de numerosas patologías circulatorias.

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«Además del conocido resveratrol, la uva aporta vitamina C, vitamina K, potasio y una cantidad considerable de agua, aproximadamente el 81% de su composición», explica el Dr. Ricardo Ríos, cardiólogo del Hospital Universitario La Paz.

Regulación del sueño y manejo del estrés

Un aspecto menos conocido pero igualmente relevante es la presencia de melatonina vegetal en las uvas. Esta sustancia, precursora natural de la hormona del sueño en nuestro organismo, puede ayudar a regular los ciclos de vigilia y descanso, especialmente en personas con alteraciones leves del sueño o niveles elevados de estrés.

Versatilidad culinaria más allá del postre

En el ámbito culinario, la uva destaca por su extraordinaria adaptabilidad. Puede consumirse sola como snack saludable, en brochetas de fruta, acompañando tablas de quesos o integrada en ensaladas frescas con frutos secos. Su sabor dulce contrasta de modo interesante con ingredientes salados, lo que la convierte en ideal para platos innovadores como risottos, tagines o guisos de ave.

¿Qué variedades de uva son las más saludables?

Aunque todas las variedades comparten propiedades beneficiosas, los estudios nutricionales indican que las uvas tintas y negras contienen mayores concentraciones de resveratrol y antocianinas, los potentes antioxidantes responsables de muchos de sus efectos saludables. Entre las variedades más valoradas por sus propiedades nutricionales se encuentran la Pinot Noir, la Cabernet Sauvignon, la Tempranillo y la Monastrell.