De acuerdo con un informe publicado este jueves por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, el riesgo de caer en la pobreza ha disminuido más en Baleares que en cualquier otra región de España. En 2024, un 11,3% de la población se hallaba en riesgo. Esta cifra contrasta con el 21,7% de 2015, momento en el que los embargos hipotecarios, consecuencia de la crisis financiera, alcanzaron su punto álgido.
Si bien las cifras descienden, existen 139.000 personas que atraviesan por momentos muy difíciles. En el caso de las personas en riesgo de pobreza severa, es decir, aquellas que viven en hogares con ingresos inferiores a 644 euros mensuales, la tasa es del 5,4%. En comparación con el período anterior a la crisis financiera, solo Baleares, Canarias y Extremadura han logrado mejorar sus tasas de pobreza severa.
En lo que concierne a la pobreza infantil, la tasa en las Islas Baleares es del 19,4%. Aunque resulta inferior en comunidades como Galicia (13,5%), existen zonas de España donde es considerablemente más elevada, como por ejemplo, Andalucía (40,5%).
El informe analiza la privación material y social severa. Se considera que una persona la padece si cumple siete o más de trece criterios. Entre estos se incluyen, por ejemplo, no poder encender la calefacción o no tener la posibilidad de salir a comer o a tomar una copa con amigos una vez al mes. En Baleares, casi un seis por ciento de la población carece de los recursos necesarios para salir a tomar algo o a cenar mensualmente; la cifra nacional ronda el nueve por ciento.
En la mayoría de estos criterios, Baleares se situa por debajo de la media nacional. No obstante, los impagos relacionados con la vivienda son superiores: un 15,3% de la población frente al 14,2% nacional.