Los jóvenes españoles se están quedando rezagados de forma alarmante con respecto a sus coetáneos en otros países desarrollados, a pesar de permanecer más tiempo en el sistema educativo que las generaciones anteriores.
Un reciente estudio de la OCDE revela que la brecha en competencias básicas entre España y la media internacional se ha triplicado desde la época del modelo EGB, el sistema educativo vigente hasta la década de los 90.
Mientras que los españoles de entre 55 y 65 años, formados íntegramente bajo la EGB, superan de hecho la media de la OCDE para su nivel de escolarización, las generaciones más jóvenes muestran un retroceso cada vez más acusado.
El estudio, basado en la evaluación PIAAC 2023 de la OCDE, que mide las competencias de los adultos en comprensión lectora, matemáticas y resolución de problemas, sitúa a España entre los cinco países de la organización que menos ha progresado en las últimas décadas, junto a Estados Unidos, Suecia, Nueva Zelanda y Eslovaquia.
La población española en edad laboral obtiene sistemáticamente puntuaciones inferiores al promedio de la OCDE, ensanchándose especialmente la desventaja en las cohortes más jóvenes. Los españoles de 25 a 34 años se encuentran ahora tres veces más atrás de sus homólogos de la OCDE que la generación de 55 a 65 años.
En comprensión lectora, los españoles promedian 247 puntos frente a los 260 de la OCDE. En matemáticas, la puntuación es de 250 frente a 263, mientras que en resolución de problemas España obtiene 241 puntos contra 251.
Los datos demuestran que, si bien cada generación en España ha experimentado cierta mejora, los avances han sido sensiblemente menores que en otros países.
La competencia lectora aumentó 18,5 puntos entre las cohortes de mayor y menor edad en España, frente a una mejora de 30,4 puntos en el conjunto de la OCDE. En matemáticas, la mejora española fue de 13,2 puntos, comparada con una media de 25,7 en la OCDE. En resolución de problemas, la diferencia fue de 17,4 puntos frente a 29,7.
El rendimiento decreciente resulta aún más evidente al desglosar los datos por cohortes. Los españoles de 55 a 65 años obtuvieron 8,5 puntos más en matemáticas que aquellos de 45 a 54 años, pero el siguiente salto se redujo a 4,6 puntos, y de los 35-44 a los 25-34 años el incremento fue de apenas 1,8 puntos.
Los autores del informe, la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, sostienen que la explicación reside en la calidad de las reformas educativas posteriores a los años 90, cuando la EGB fue sustituida por el sistema LOGSE y se extendió la escolarización obligatoria hasta los 16 años.
A pesar de una mayor duración de la enseñanza formal, los resultados sugieren que los alumnos españoles abandonan el sistema con una preparación en competencias básicas inferior a la de sus homólogos en el extranjero.
La propia OCDE advierte de que, en una economía globalizada, las competencias en lectura, matemáticas y resolución de problemas son cruciales para la productividad, la empleabilidad y la innovación.
La preocupación subyacente es que la fuerza laboral más joven de España está iniciando su trayectoria profesional en una situación de desventaja estructural y que, de no revertirse esta tendencia, el país se arriesga a quedar permanentemente rezagado respecto a sus competidores.
