Cuando sonó el pitido final en el estadio Bernabéu de Madrid el miércoles por la noche, se marcó el fin de una era. No solo está en duda el futuro del nuevo entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso, sino que también quedó subrayada la supremacía de la Premier League inglesa.
Una vez más, un equipo inglés había vencido en la “Catedral” del fútbol español. Los triunfos del Arsenal como local y visitante contra el Real Madrid la temporada pasada no fueron un hecho aislado; el Manchester City también ganó en Madrid. Hace dos semanas, el Chelsea destrozó al Barcelona. Ya no puede decirse que los equipos ingleses vayan con desventaja cuando se enfrentan a rivales españoles.
Ahora, el Real Madrid es el equipo del renacimiento y aún podría proseguir y ganar la Champions League, pero su invencibilidad en casa parece estar en entredicho. La “Fortaleza Bernabéu” ha sido conquistada. Para los aficionados madridistas fue una noche terrible; no solo por la derrota, sino porque quien lideró la ofensiva fue su viejo enemigo, Pep Guardiola.
Las cuantiosas inyecciones de capital por los derechos televisivos han convertido a la Premier League en el líder indiscutible del fútbol mundial. Los clubes ingleses son ahora los equipos a seguir. Lo ocurrido con la liga española es lamentable. La falta de inversión ha relegado a La Liga a un distante segundo plano. ¿Fin de una era?