Tras una semana en la que un albañil indio se desplomó desde el techo en un concierto de Lionel Richie –un portavoz del recinto comentó: “¡Lo último que vi a Dan Singh en el techo!”–, el debut en La Liga del Real Mallorca el pasado sábado frente al campeón, el Barcelona, se fué al traste tras solo 23 minutos, con una derrota por 0-3. El inicio fue un monólogo visitante que tardó solo siete minutos en abrir el marcador. A partir de ahí, hubo poco que el Mallorca pudiera hacer, no ayudado por nuestro delantero, Muriqi, errando un par de ocasiones claras que hace 18 meses hubiera convertido con suma facilidad. No obstante, el encuentro se decidió desde el momento en que el árbitro José Luis Munuera pareció decidir que él debería ser el protagonista del espectáculo.
Este colegiado permitió que se concediera el segundo gol del Barcelona mientras el capitán Raillo yacía en el suelo tras recibir un balonazo en la cabeza. El árbitro debería haber seguido el protocolo y detener el juego; incluso se llevó el silbato a los labios, pero por algún motivo no llegó a pitar. No compete al árbitro determinar si un golpe en la cabeza es grave o no; el reglamento actualizado estipula con claridad que el juego debe interrumpirse de inmediato para una evaluación médica adecuada. Nuestros jugadores se detuvieron anticipando el silbato, pero los del Barcelona no. Este árbitro mostró una parcialidad descarada hacia el Barcelona, expulsó a dos de nuestros jugadores en rápida sucesión y amonestó al entrenador Arrasate, que estaba incandescente de ira. Además, hizo la vista gorda ante una entrada claramente merecedora de tarjeta roja de Raphinha.
Con nueve jugadores en el campo, no fue posible evaluar con justicia la contribución de nuestros nuevos fichajes, aunque se espera que esto quede más claro mañana (sábado, 23 de agosto) cuando juguemos en Son Moix contra el Celta de Vigo, a las 17:00h. El Celta perdió en casa el pasado sábado por 0-2 contra el Getafe (que solo tenía 13 jugadores inscritos). El Mallorca no contará con el dúo sancionado de Muriqi y Morlanes (un partido cada uno), además de que Samu Costa se someterá a una prueba de esfuerzo de última hora tras un problema en la rodilla. El Mallorca nunca tuvo oportunidad frente al poderoso Barcelona, incluso sin la “ayuda” arbitral, como señalaron varios analistas. Las pocas ocasiones que tuvimos fueron desperdiciadas. De hecho, en la primera parte conseguimos un tiro libre en la línea media… ¡y procedimos a pasarla atrás hacia nuestro portero!
Con menos de dos semanas para el cierre del mercado de fichajes, aún hay tiempo de traer reemplazos adecuados. La portería está bien cubierta. En defensa, hemos fichado a nuestro primer jugador albanés, el central de 25 años Marash Kumbulla. Llega cedido por la AS Roma hasta final de temporada. Ostenta la nacionalidad albanesa pese a haber nacido cerca de Verona, Italia, de padres albaneses.
Disputó 24 partidos con Albania y la pasada temporada jugó en La Liga con el Espanyol, donde, irónicamente, marcó contra nosotros.
El lateral derecho es un problema. Morey es bueno en ataque, pero su labor defensiva deja mucho que desear. Es posible que se fiche un lateral derecho, ya que Maffeo presiona con fuerza para marcharse. El centro del campo necesitará refuerzos si Samu Costa se marcha (a quién sabe dónde) por una suma en torno a los 16-20 millones de euros.
Ya se ha mencionado como sustituto a un jugador polaco de mediocampo ofensivo, Kacper Urbanski, de 20 años, que milita en la Serie A con el Bolonia y tiene 11 internacionalidades con Polonia.
Es en la delantera donde, una vez más, el Mallorca carece de calidad. Muriqi es una sombra del jugador que era hace 18 meses. Necesitamos un goleador –un zorro en el área–. Quizás el nuevo fichaje del Leeds Utd, Mateo Joseph, pueda impactar desde el primer momento. Lucía bastante bien en los pocos minutos que jugó la pasada semana. El futuro de Cyle Larin es la losa que lleva colgada el Real Mallorca. Hay que negociar algún tipo de acuerdo, ya que le está costando una fortuna al club mientras se sienta en la grada.
PD: La Unión de Peñas del Mallorca ha enviado una queja formal al RCD Mallorca por el precio abusivo de 3€ por una botella de agua de 50cl en el partido contra el Barça, como se señaló en mi crónica del pasado fin de semana. El poder de la pluma, ¡eh! Veremos cómo responde el club para el partido de mañana.
Y PARA TERMINAR, en Yorkshire, un aficionado a la liga de rugby está en su pub local cuando suena su teléfono. Tras la llamada, sonríe de oreja a oreja: se ha convertido en padre de un niño de 25 libras (11,3 kilos).
Nadie cree que el bebé sea tan pesado, y el padre afirma que el chico jugará a la liga de rugby “cuando crezca”. Los parroquianos empiezan a hacer apuestas sobre cuánto pesará el bebé en dos semanas.
El padre entra en el pub tras 14 días y el dueño pregunta: “¿Cuánto pesa el niño ahora?”. El padre responde: “20 libras”.
El dueño replica: “¿Cómo es posible, si ya pesaba 25 libras al nacer?”. El hombre toma un trago de su cerveza bitter Yorkshire, se inclina hacia el dueño y le confía: “¡Le hice la circuncisión!”.
