El protocolo secreto de la FAI que dejó inoperantes las defensas aéreas de Irán.

La Operación León Resurgente de Israel incluyó un atrevido ataque aéreo sobre Teherán, parte de un plan secreto para desestabilizar las defensas y el sistema de liderazgo de Irán.

“Alfa… Alfa… Alfa”, el código de ataque sonó repetidamente en el centro de mando subterráneo de la Fuerza Aérea, conocido como “el Foso”, durante la Operación León Resurgente. Sin embargo, en esos momentos hubo silencio. Por primera vez desde que comenzó la operación, la Fuerza Aérea de Israel golpeó objetivos mientras las aeronaves cerraban la distancia, sobrevolaban el espacio aéreo iraní y los destruían, no desde cientos de kilómetros de distancia, sino en la mismísima Teherán.

El ataque marcó el límite de la capacidad operativa del IDF, algo que antes se consideraba ciencia ficción. Los militares lograron ejecutar un plan altamente secreto, que se revela aquí por primera vez.

“De una cosa puedes estar seguro: todos en las salas de mando y control estaban sudando”, dijo un oficial superior de la Fuerza Aérea. “La tensión era inmensa por el miedo a las sorpresas iraníes. Cuando los informes de ‘Alfa’ se transmitieron a velocidad vertiginosa y las municiones alcanzaron sus objetivos, todos estaban ocupados averiguando quién llegó al corazón de Teherán y quién realizó los ataques de precisión. Ahora son leyendas en el cuerpo. Esto no es una exageración”.

Según él, durante la operación se derribaron aviones no tripulados con misiles iraníes, pero no se perdió ningun avión con piloto.

Un componente crítico de la Operación León Resurgente fue un plan de inteligencia, operaciones y tecnología conocido como “Stand-in Teherán” (SIT). La iniciativa ultra secreta involucró a pilotos de combate usando armas avanzadas desde distancias extremadamente cercanas, tomando por sorpresa la densa red de defensa aérea de Irán.

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Aviones de combate de la Fuerza Aérea Israelí atacando objetivos nucleares iraníes, 15 de junio de 2025 (crédito: UNIDAD DE PORTAVOCES DEL IDF)

La doctrina del shock sistémico de Baram

El concepto sistémico del IDF para la operación se dibujó como un triángulo apoyado en tres pilares: las defensas aéreas de Israel y el frente civil interno; un ataque sorpresa estratégico a 2.000 km de distancia, que evolucionó en la Operación Narnia e incluyó la eliminación de 14 científicos nucleares; y la Operación Boda Roja, el asesinato de altos funcionarios de seguridad iraníes. Junto a esto, el SIT surgió de la mente de Amir Baram, entonces vicejefe del Estado Mayor y ahora director general del Ministerio de Defensa.

Fuentes familiarizadas con la planificación dijeron que Baram enfatizó el concepto de “shock sistémico” (Systemschock), una doctrina desarrollada entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Se refiere al colapso psicológico y organizativo de un adversario después de un golpe repentino y preciso que interrumpe el mando, el control, las comunicaciones y la moral.

En retrospectiva, este fue el efecto del primer ataque del IDF en Irán y los subsiguientes ataques a la Guardia Revolucionaria y a instalaciones militares.

En el año previo a la operación, el IDF evaluó cómo prepararse para una campaña potencial contra el proyecto nuclear de Irán. Los informes de inteligencia señalaban cada vez más un cambio en el comportamiento iraní, con mayor agresión y radicalización. Baram concluyó que un primer golpe tenía que sorprender y desestabilizar el sistema.

El 15 de septiembre de 2024, convocó un taller del Estado Mayor con representantes de la Dirección de Planificación, Inteligencia Militar, Mossad, la Fuerza Aérea, Ciberdefensa y el Ministerio de Defensa. Dijo a los participantes que, aunque atacar sobre Teherán sonaba poco realista por la distancia y el riesgo, era esencial para lograr un resultado histórico contra Irán.

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Del concepto al plan operativo

Algunos oficiales eran escépticos, pero Baram insistió en que el concepto era viable. Se encomendó a cada rama contribuir con su ventaja comparativa para construir la operación, que desde el principio se clasificó como “alto secreto”.

Para el 6 de noviembre de 2024, la idea se había desarrollado en pasos prácticos. El Brig. Gen. Omer Tishler, jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, fue destacado por su papel en identificar el potencial del plan. Poco después, el SIT se formuló como doctrina oficial.

A diferencia del concepto de “ataque a distancia” de disparar municiones desde cientos de kilómetros, el SIT significaba penetrar profundamente en territorio enemigo. Acercar las aeronaves aceleró y amplió la destrucción de objetivos.

Un piloto veterano dijo: “Cada kilómetro de vuelo desde Israel se calcula. Añadir eventos inesperados y cargas de armamento hace que sea un proceso muy costoso. Pero se basa en décadas de capacidades y en la calidad de las tripulaciones aéreas y terrestres. Quien examine lo que logró la Fuerza Aérea lo entiende”.

El 7 de noviembre de 2024, el SIT se convirtió en un programa formal, y la Fuerza Aérea comenzó a entrenar con él antes de presentarlo al Estado Mayor y al nivel político. Días después, el Ministro de Defensa Israel Katz dijo a los comandantes superiores: “Irán está más expuesto hoy que nunca a ataques contra sus instalaciones nucleares. Hay una oportunidad para lograr el objetivo más importante: eliminar la amenaza existencial para el Estado de Israel”.

Para el 20 de noviembre, Baram declaró el concepto como un plan viable y asignó 2.600 millones de NIS directamente del presupuesto del IDF para acelerar el programa.

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“Fue un gran desafío porque se hizo a costa de otros proyectos”, dijo una fuente familiarizada con el proceso. “Pero la urgencia era obvia, y luego demostró ser extremadamente valioso a nivel operativo”.

Revisiones semanales aseguraron que la preparación progresara según lo planeado hasta que la Fuerza Aérea declaró que estaba lista para las órdenes finales.