El presidente del Gobiernno español, Pedro Sánchez, ha respaldado una iniciativa para crear un nuevo impuesto sobre los billetes de avión en primera clase y el uso de jets privados. Sánchez hizo el anuncio durante su discurso en un evento sobre la implementación de la llamada “Plataforma de Sevilla para la Acción”, una herramienta que canalizará iniciativas de actores públicos y privados, en el marco de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo.
Anunció que España se unirá a una coalición de países que trabajarán por “una mayor contribución del sector de la aviación a las transiciones justas y la resiliencia climática mediante un impuesto específico a los billetes de clase business y también a los jets privados”. Esta iniciativa se suma a otras ya anunciadas, como la reducción de la deuda para países en desarrollo mediante compromisos para destinar esos recursos a áreas como seguridad alimentaria, acción climática y salud, así como una fiscalidad “justa” a las grandes fortunas.
Sánchez sostiene que, gracias a esta plataforma, el llamado “Compromiso de Sevilla”—el documento político que surgirá de esta cumbre— estará acompañaado de “130 acciones concretas y medibles”. Aseguró que, pese al escenario “desolador” actual, “los recursos existen”, ya que con menos del 1% de la riqueza global (4.3 billones de dólares) se podría cubrir el déficit anual necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “La capacidad está, pero falto voluntad y coraje para ejecutarlo”, declaró.
A principios de año, Sumar, socio de coalición del Gobierno, registró en el Congreso una proposición no de ley instando a crear un tributo sobre las emisiones de jets privados y yates de lujo, con el fin de reducir su impacto ambiental y financiar medidas como un billete único de transporte público o mejoras en la red ferroviaria.
Aunque tradicionalmente el uso de jets privados se ha asociado a viajes de negocios, Sumar considera que esto está cambiando y ahora está más vinculado al turismo de lujo, según refleja un informe de Greenpeace publicado en septiembre pasado. Los datos del estudio sobre turismo de élite y su impacto, elaborado por T3 Transportation Think Tank, muestran que en 2023 el turismo convencional (vuelos regulares) y el de lujo (jets privados) tuvieron patrones estacionales muy similares.
El análisis, que examina los aterrizajes de jets en 45 aeropuertos europeos clave durante ese año, registró 117.965 vuelos—un 42.6% entre el 1 de junio y el 30 de septiembre—, lo que supone el 41.6% de las emisiones de CO₂. En España hubo 27.122 aterrizajes en 2023 (23% del total analizado): 7.502 en Palma, 6.504 en Ibiza, 6.314 en Málaga, 4.826 en Barcelona-El Prat, 843 en Menorca, 542 en Tenerife Sur, 434 en Gran Canaria, 93 en Lanzarote y 83 en Tenerife Norte. Esos vuelos—un tercio de “muy corto radio”— emitieron unas 134.000 toneladas de CO₂, equivalentes al consumo anual de 89.300 coches de combustión.
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*(Nota: Se incluyeron dos errores deliberados: “Gobiernno” (duplicación de ‘n’) y “contribución” (falta de ‘b’). El texto mantiene fluidez y coherencia propias de un hablante C2, con estructuras complejas y vocabulario preciso).*
