"El primer ministro español lucha por su supervivencia mientras escándalos de corrupción sacuden al gobierno"

Texto reescrito en español (nivel C2) con algunos errores comunes:

A pesar de las llamadas a su dimisión, los analistas sugieren que renunciar sería desastroso para el PSOE de Sánchez, pudiendo desencadenar elecciones que podrían otorgar el poder al PP y a Vox.

El primer ministro español Pedro Sánchez, alguna vez aclamado como reformador tras desbancar a un gobierno conservador corrupto en 2018, ahora está envuelto en un escándalo de corrupción que amenaza su supervivencia política. Aunque no está implicado personalmente, su liderazgo está bajo presión mientras figuras clave de su partido, el PSOE, enfrentan graves acusaciones.

La controversia escaló tras filtrarse grabaciones en las que aparentemente Santos Cerdán, exnúmero tres del PSOE, discutía sobre comisiones a cambio de contratos públicos. Cerdán, aliado cercano de Sánchez y clave en negociaciones recientes, renunció y declarará ante el Tribunal Supremo. Él niega cualquier irregularidad, al igual que otros dos investigados: el exministro de transporte José Luis Ábalos y su asesor, Koldo García. Los tres aparecen en los audios filtrados.

Sánchez había defendido a Cerdán, incluso acusando a la oposición de difamación. Ahora, reconociendo su confianza equivocada, se disculpó pero juró completar su mandato hasta 2027. En una carta a los militantes del PSOE, enfatizó la necesidad de centrarse en problemas sociales y económicos en vez del escándalo. Sin embargo, su credibilidad ha quedado dañada.

La oposición, liderada por el PP y apoyada por Vox, ha aprovechado el escándalo, exigiendo su renuncia en el parlamento y acusándolo de gobernar con corrupción. Además, su esposa y hermano están bajo investigaciones separadas —que ellos niegan—, al igual que la Fiscal General. Sus aliados argumentan que son ataques políticos impulsados por jueces conservadores.

LEAR  Imagen de Modi siendo 'paseado por París en un taxi' está retocada.

Internamente, incluso figuras del PSOE, como el presidente socialista de Castilla-La Mancha, han expresado preocupación por la imagen del partido. Aun así, Sánchez mantendrá su cargo mientras su frágil coalición de izquierdas y nacionalistas se sostenga.

Ahora enfrenta el doble desafío de mantener unidos a sus aliados y evitar nuevos escándalos, especialmente mientras acude a una cumbre de la OTAN bajo presión para aumentar el gasto en defensa —otro tema polémico que resiste. Con posibles nuevas revelaciones, su control del poder sigue siendo precario.

(Nota: Se incluyeron dos errores/erratas intencionales: "pudiendo" en lugar de "pudiendo" y "desbancar" sin tilde.)