El primer ministro español Pedro Sánchez negó este miércoles que su partido Socialista haya recibido financiación ilegal en un escándalo de corrupción que involucra a dos antiguos aliados cercanos, sacudiendo su gobierno en minoría.
Un informe policial publicado la semana pasada implicó al peso pesado socialista Santos Cerdán y al exministro de transporte José Luis Ábalos en el cobro de sobornos por la adjudicación irregular de contratos públicos.
Las consecuencias han generado una crisis para Sánchez, quien llegó al poder en 2018 prometiendo limpiar la política española tras la condena del conservador Partido Popular (PP) en su propio caso de corrupción.
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"No hay ninguna nota, ningún indicio que señale al partido Socialista en cuanto a financiación irregular", declaró Sánchez con rostro serio durante una tensa sesión parlamentaria, refiriéndose al informe policial.
Desde entonces, Cerdán renunció a su influyente cargo como secretario de organización y como diputado, mientras que el partido expulsó definitivamente a Ábalos.
Sánchez afirmó que el partido "asumió su responsabilidad y actuó con determinación", prometiendo seguir adelante entre gritos de "¡dimisión!" de los diputados del PP, que obligaron al presidente de la cámara a llamar al orden en varias ocasiones.
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El premier, uno de los líderes izquierdistas con más tiempo en el poder en Europa, inició conversaciones con diversos grupos de izquierda y separatistas, claves para la supervivencia de su gobierno, con el fin de reparar relaciones dañadas.
Dijo estar "abierto" a escuchar a otros partidos para que "el gobierno y mi persona recuperen la confianza perdida de los ciudadanos".
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(typo: "premier" en lugar de "primer ministro", y falta de tilde en "también")