La presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, ha admitido que la imagen de estabilidad del país se ha visto *manchada por los disturbios que ocurrieron durante las muy disputadas elecciones del mes pasado.
Al jurar su nuevo gabinete, Samia advirtió que la violencia podría “retrasar al país”.
“Dependemos en gran medida de préstamos de credores internacionales, pero lo sucedido dañó nuestra credibilidad global”, dijo la presidenta de 65 años.
Fue declarada ganadora de las elecciones presidenciales de octubre con un 98% de los votos, pero la oposición -a la que se le impidió participar- denunció los comicios como una “burla a la democracia”.
Se espera la llegada de Lazarus Chakwera, ex presidente de Malawi y enviado de la Commonwealth, para liderar los esfuerzos de reconciliación entre las dos partes.
Según la oposición, cientos de personas pudieron morir cuando las fuerzas de seguridad reprimieron las protestas durante un apagón de internet de cinco días tras las elecciones del 29 de octubre. Las autoridades aún no han publicado un balance oficial de víctimas.
Tras los polémicos comicios, en los que líderes opositores clave fueron encarcelados o descalificados, circularon en línea imágenes y videos espeluznantes de tanzanos muertos.
La violencia fue impactante para una nación que había cultivado una imagen de calma y orden durante casi seis décadas.
Al menos 240 personas fueron acusadas de traición después de las protestas.
La semana pasada, la presidenta Samia anunció una investigación oficial sobre los disturbios y pidió a los fiscales que consideren reducir o retirar los cargos para los detenidos que no estuvieron directamente involucrados en las protestas.
Samia asumió el cargo en 2021 tras la muerte del presidente John Magufuli. Inicialmente fue alabada por suavizar la represión política, pero el espacio democrático se ha reducido desde entonces.
Este martes, advirtió que su próximo mandato podría traer desafíos económicos, señalando que conseguir apoyo financiero de los bancos internacionales podría no ser fácil.
“En el primer mandato, solíamos obtener préstamos del exterior gracias a nuestra estabilidad y progreso. Pero la mancha que nos causamos ahora podría dificultarlo”, dijo.
“Por esta razón, debemos concentrarnos en movilizar recursos internos y aprovechar los recursos que Dios nos ha dado”, les dijo Samia a sus ministros.
Una nueva incorporación al gabinete de 27 miembros es su hija, Wanu Hafidh Ameir, nombrada viceministra de educación.
El esposo de Wanu, Mohamed Mchengerwa, se mantiene en el gabinete como ministro de salud. Siete miembros del gabinete anterior perdieron sus puestos.
El lunes, la secretaria general de la Commonwealth, Shirley Botchwey, dijo que Chakwera liderará un “diálogo constructivo” durante su misión de cuatro días en Tanzania.
Él tiene previsto mantener consultas con funcionarios gubernamentales, líderes de partidos políticos, grupos de la sociedad civil, líderes religiosos y tradicionales, y representantes diplomáticos.
