El presidente francés Emmanuel Macron reconoció la violencia cometida por las fuerzas de su país en Camerún durante y después de la lucha por la independencia de esa nación africana.
Esto sigue a un informe conjunto de historiadores cameruneses y franceses que examinó la represión francesa a los movimientos independentistas entre 1945 y 1971.
En una carta al presidente camerunés Paul Biya, hecha pública el martes, Macron dijo que el informe dejaba claro que “hubo una guerra en Camerún, donde las autoridades coloniales y el ejército francés ejercieron violencia represiva de varios tipos en ciertas regiones del país”.
“Hoy me toca asumir el papel y la responsabilidad de Francia en estos eventos”, declaró.
Sin embargo, Macron no llegó a ofrecer una disculpa clara por las atrocidades cometidas por tropas francesas en su ex colonia, que ganó independencia en 1960.
El líder francés mencionó a cuatro íconos independentistas asesinados durante operaciones militares francesas, incluyendo a Ruben Um Nyobe, líder radical del partido anticolonialista UPC.
Según el informe citado por la AFP, Francia envió a cientos de miles de cameruneses a campos de internamiento y apoyó a milicias brutales para aplastar la lucha independentista.
Decenas de miles de personas murieron entre 1956 y 1961, según el informe.
La decisión de investigar y publicar hallazgos sobre el rol de Francia en la independencia de Camerún se tomó en 2022, durante la visita de Macron a Yaundé.
Esto respondía a presiones internas para que Francia reconosca sus atrocidades en su ex colonia y pague reparaciones.
Macron también expresó voluntad de colaborar con Camerún para promover más investigación, destacando la necesidad de difundir los hallazgos en universidades y centros científicos.
La BBC contactó al gobierno camerunés para comentar sobre el reconocimiento del presidente francés.
Aunque Macron no abordó los llamados a reparaciones, este será probablemente un tema clave en Camerún.
Bajo Macron, Francia ha intentado enfrentar su pasado colonial brutal.
El año pasado, reconoció por primera vez que sus soldados cometieron una “masacre” en Senegal en 1944 contra tropas africanas.
Macron ya había admitido el rol de Francia en el genocidio ruandés, donde murieron unos 800.000 tutsis y hutus moderados, y pidió perdón.
En 2021, dijo que Francia ignoró advertencias y durante mucho tiempo “valoró el silencio sobre la búsqueda de la verdad”.
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