Vanessa Buschschlüter
BBC News
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La esposa de Nicolás Maduro, Cilia Flores—a quien le gusta que la llamen "Primera Combatiente" en lugar de "Primera Dama"—fue fotografiada ejerciendo su voto.
El partido gobernante de Venezuela celebró lo que describió como una "victoria aplastante" en las elecciones regionales y parlamentarias, las cuales fueron boicoteadas por la mayoría de los partidos de oposición.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), dominado por leales al gobierno, afirmó que los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)—el partido del presidente Nicolás Maduro—ganaron la carrera por la gobernación en 23 de los 24 estados del país.
Según el CNE, la coalición gobernante también obtuvo el 82,68% de los votos para la Asamblea Nacional, el cuerpo legislativo de Venezuela.
Los principales partidos de oposición calificaron las elecciones como una "farsa". La líder opositora María Corina Machado afirmó que la participación fue menor al 15%.
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María Corina Machado, líder opositora, lleva meses escondida tras una ola de represión después de las elecciones presidenciales.
"Más del 85% de los venezolanos no obedecieron a este régimen y dijeron ‘no’", declaró Machado sobre quienes se abstuvieron.
Periodistas independientes que visitaron centros de votación durante el día reportaron no ver colas y una afluencia menor en comparación con las elecciones presidenciales de julio pasado.
Mientras, el CNE situó la participación en el 42,6%.
La oposición ha cuestionado repetidamente la independencia del CNE, liderado por Elvis Amoroso, exasesor legal de Maduro.
El año pasado, el CNE enfrentó críticas internacionales al declarar a Maduro ganador sin proporcionar los cuadros de votación que respaldaran el resultado.
La oposición, por su parte, publicó cifras recopiladas con observadores electorales que mostraban a su candidato, Edmundo González, como ganador. Tras la represión, González se exilió en España.
Machado, quien apoyó a González después de ser inhabilitada, permaneció en Venezuela. Fue la principal promotora del boicot, afirmando que primero debía respetarse el resultado de julio antes de nuevas elecciones.
"Votamos el 28 de julio. El 25 de mayo, no votaremos", dijo en un mensaje.
No obstante, algunos opositores, como el ex candidato Henrique Capriles, participaron, argumentando que dejar el campo libre al gobierno era un error. Capriles dijo que votar era un acto de resistencia.
Machado los acusó de "traicionar la causa".
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Capriles rechazó el boicot y animó a sus seguidores a votar.
Con baja participación, el PSUV ganó en 23 de 24 gobernaciones, aumentando sus 20 cargos previos. Según resultados preliminares, la coalición oficialista obtuvo mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Aunque tres opositores de UNT, incluido Capriles, ingresaron.
Maduro celebró la victoria como un "triunfo de la paz", destacando la recuperación de Zulia y Barinas, estado natal de Chávez. Solo Cojedes quedó en manos opositoras.
Previo a los comicios, más de 70 opositores fueron detenidos por "planear sabotear las elecciones". Entre ellos, Juan Pablo Guanipa, aliado de Machado, acusado de liderar una "red terrorista".
Machado calificó las detenciones como "terrorismo de estado".
Los votantes también eligieron representantes para el Esequibo, territorio disputado con Guyana. Venezuela ignoró una orden de la Corte Internacional de Justicia de no realizar elecciones allí.
Como el Esequibo está bajo control guyanés, no hubo votación en la zona. En cambio, un distrito creado en la frontera venezolana ejerció un voto simbólico.
El almirante Neil Villamizar, leal a Maduro, ganó y será declarado "gobernador del Esequibo", aunque no ejerce control real.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, denunció el acto como "escandaloso, falso y oportunista", prometiendo defender la integridad territorial.