Los votantes de Burundi acuden a las urnas en un contexto de inflación creciente, escasez de combustible y quejas de represión política.
Los escaños en la Asamblea Nacional, el Senado y los consejos locales estan en juego, pero Évariste Ndayishimiye sigue seguro como presidente, ya que su mandato de siete años termina en 2027.
Estas elecciones pondrán a prueba la popularidad del partido gobernante CNDD-FDD, un exgrupo rebelde en el poder desde hace 20 años.
Burundi, una de las naciones más pobres del mundo, enfrenta aún más presión debido al reciente aumento en los precios de alimentos y otros productos.
Los partidos opositores denuncian que sus simpatizantes son hostigados por la liga juvenil del CNDD-FDD, los Imbonerakure.
Gabriel Banzawitonde, líder del partido APDR, dijo: "La gente tiene tanto miedo que te dicen que no pueden usar colores de otros partidos, solo los del gobierno."
Pero aseguró que no se rinden: "Una vez dentro del lugar de votación, prometen votar por nosotros."
Varios analistas políticos contactados por la BBC se negaron a hablar por miedo a represalias. Uno, que prefirió no dar su nombre, comentó: "Para evitar problemas, mejor guardar silencio."
"Desde el principio dijimos que todo estaba amañado para el partido gobernante", señalaron, insinuando que la victoria del CNDD-FDD ya estaba decidida.
Recientemente, algunos funcionarios han sugerido que un sistema de partido único podría ser beneficioso para Burundi.
El secretario general Reverien Ndikuriyo afirmó: "Para alcanzar el desarrollo, todos los países empezaron con un solo partido."
Aunque esto no es históricamente cierto, el presidente ha hecho declaraciones similares.
Sin embargo, Ndikuriyo agregó de manera confusa: "No dejen que extranjeros les digan que el partido quiere ser único."
La escasez crónica de divisas, necesarias para importar medicinas y combustible, ha afectado la economía.
Analistas dicen que Burundi tiene reservas para menos de un mes de importaciones, cuando lo normal en la región son cuatro meses.
Las colas de autos en gasolineras, que pueden extenderse por 100 metros, son comunes. Los conductores esperan días o semanas por combustible racionado.
Según el Banco Mundial, el ingreso promedio en Burundi en 2023 fue de $193 al año, el más bajo de la Comunidad de África Oriental.
Faustin Ndikumana, economista y activista anticorrupción, cree que la situación no mejorará pronto.
"Falta establecer buena gobernanza. Aún no llegamos ahí," dijo a la BBC.
Pero el partido gobernante y su líder piensan distinto. El presidente Ndayishimiye afirmó que los residentes de Bujumbura "antes vivían mal, pero ahora tienen dinero para comprar ropa y construir casas."
El CNDD-FDD defiende su legado, recordando que luchó por que la mayoría hutu accediera al poder tras décadas de lo que consideran opresión tutsi.
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[Getty Images/BBC]
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