Un nuevo área para autocaravanas en Son Serra de Marina, Mallorca, ha acogido a 279 vehículos de siete países distintos durante sus primeras cuatro semanas de funcionamiento. Este equipamiento pionero, inaugurado a finales de julio, se ha consolidadó como el principal destino de la isla para entusiastas de la autocaravanismo, atrayendo visitantes de España, Portugal, Alemania, Dinamarca, Francia, Italia y Suiza.
Cuatro amigos suizos fueron los primeros en disfrutar de las instalaciones, llegando apenas unos días después de su apertura. “Es perfecto, justo al lado del mar, con todos los servicios necesarios y a un precio razonable”, comentaron tras descubrir el área mediante una búsqueda en línea. La tarifa nocturna se establece en 16€ por vehículo, cantidad que puede ser dividida entre los ocupantes, lo que la convierte en una opción de alojamiento muy económica.
Una familia francesa de cuatro miembros que también encontró el sitio mediante una búsqueda móvil compartió su experiencia: “Es increíblemente cómodo con las opciones de reserva y pago por móvil. La ubicación es simplemente ideal”, explicó la madre. El recinto seguro, protegido por vallas y circuito cerrado de televisión, ofrece 21 plazas —ampliables a 23— y presta servicios esenciales que incluyen agua potable, desagüe para aguas grises y conexiones eléctricas.
Gestión profesional y sistema de reservas
La empresa asturiana TripStop gestiona el área mediante una aplicación móvil que se encarga de las reservas y los pagos, estando las estancias limitadas a diez noches consecutivas. La instalación, que opera actualmente con un contador eléctrico provisional, tiene como objetivo regular el creciente sector del turismo en autocaravana, que anteriormente se concentraba de manera no controlada a lo largo del litoral. El proyecto surgió tras la normativa de noviembre de 2023 que prohibió el estacionamiento de caravanas junto al paseo marítimo en Son Serra y Can Picafort.
Impacto local y perspectivas futuras
La iniciativa aborda una preocupación vecinal de larga data sobre la acumulación no regulada de vehículos en la costa. La solución del ayuntamiento parece estar equilibrando con éxito las necesidades de la comunidad con el alojamiento de turistas móviles. La acogida positiva ha despertado interés en si otros municipios mallorquines podrían desarrollar instalaciones similares.
