Calvià, uno de los municipios más conocidos de Mallorca, está viviendo una transformación que redefine su imagen y ofrece una nueva cara a los visitantes, según la prestigiosa revista *National Geographic*. Conocido durante años por la polémica en torno a Magaluf, hoy se erige como un bastión de cambio y nuevas experiencias que modifican su percepción.
La renovación de Magaluf
Magaluf ha sido sinónimo de turismo de fiesta, pero los tiempos cambian. Este destino ha sufrido una meticulosa renovación que ha mejorado radicalmente su infraestructura turística y natural. La playa ahora presume de aguas cristalinas y servicios que atraen a familias y parejas en busca de tranquilidad.
El paseo marítimo, cuya transformación finalizará en junio, destaca por iniciativas sostenibles que optimizan el uso del agua: desde riego eficiente con agua pluvial hasta fuentes que emplean agua salada. La sostenibilidad es el eje de esta remodelación.
Un paseo histórico: Puig de Sa Morisca
En lo alto de Calvià se alza el Puig de Sa Morisca, yacimiento arqueológico que desvela secretos del pasado. Con orígenes en la Edad del Bronce, este sitio permite a los visitantes asomarse a las civilizaciones que habitaron estas tierras y al comercio púnico, evidenciado en los materiales hallados. Desde la cima, las vistas excepcionales recuerdan su uso histórico como atalaya. Para los amantes del enoturismo, una cata de vino al estilo romano es el broche perfecto.
Calvià Vila: un remanso de paz
El pueblo de Calvià, a los pies de la Serra de Tramuntana, es una joya para quienes buscan la calma de antaño. Aquí, el bar Sa Societat conserva su encanto clásico y tradicional, ideal para desconectar de la era digital.
El simple placer de observar el mundo desde una silla Thonet mientras se desayuna forma parte de la experiencia en este rincón donde cada detalle invita a relajar los sentidos.
Naturaleza preservada: Finca Galatzó y las Islas Malgrats
Finca Galatzó rinde homenaje al legado agrícola mallorquín. Esta finca pública guarda la esencia del paisaje isleño, con rutas de senderismo entre olivos y encinas centenarios. En el mar, la Reserva Natural de las Islas Malgrats es un espectáculo para amantes de la avifauna y la vida marina. Declarada ZEPA por la importancia de las aves que anidan allí, es un lugar idóneo para observar especies en un entorno protegido.