La Vecina Perfecta: Una historia real de racismo y una ley mortal
Geeta Gandbhir, la directora de cine, aún está conmocionada. Habla del asesinato de Ajike "AJ" Owens, una mujer negra que fue disparada por su vecina blanca en Florida hace dos años. Para Gandbhir, el caso fue personal, ya que Owens, de 35 años, era una amiga de la familia.
Al principio, ella y su equipo solo querían generar atención mediática y presionar a las autoridades para que actuaran y la vecina, Susan Lorincz de 60 años, fuera responsabilizada. Grababan protestas para hacer piezas cortas, pero todo cambió.
El proyecto creció y se convirtió en "La Vecina Perfecta", un documental que podría haber creado un nuevo subgénero del true crime. La directora, de 55 años, cuenta la historia casi en su totalidad con las crudas grabaciones de las cámaras corporales de la policía. Esto le permite presentar una mirada directa y sin filtros de una comunidad unida enfrentando una tragedia.
Pamela Dias, la madre de Owens, dio su permiso para usar las imágenes. "Se lo mostré a Pam cuando estuvo lista", dice Gandbhir, "y le pregunté: ‘¿Estás segura de que quieres esto?’ Ella me dijo: ‘Sí, el mundo necesita saber lo que le pasó a mi niña’".
La película, que se estrenó en Sundance y pronto estará en Netflix, explora el impacto de la ley de Florida "Stand Your Ground" ("Defiende tu Terreno"), cómo se weaponiza el racismo y el miedo, y el fracaso de la policía. El disparo fue la culminación de una pelea continua entre Owens y Lorincz por los hijos de Owens, que jugaban cerca de sus casas en Ocala.
Lorincz afirmó que actuó en defensa propia al disparar a través de su puerta. "Ella deshumanizó a Ajike con el tiempo", explica Gandbhir, "hasta el punto de pensar: ‘La única solución es dispararle’". La comunidad negra protestó cuando a Lorincz solo se le acusó inicialmente de homicidio involuntario, un cargo menor. Finalmente, fue sentenciada a 25 años de prisión.
El punto de inflexión llegó cuando los abogados de Dias obligaron a la policía a liberar todo el material del caso. Al revisar las horas de grabación, Gandbhir vio su potencial. "Era un caos, pero es mi trabajo. Me di cuenta de que podíamos hacer algo más grande".
Decidió crear un largometraje que honrara la memoria de Ajike, buscara justicia y pudiera apoyar financieramente a la familia. La película se basa casi exclusivamente en el material oficial, sin narración ni entrevistas. El resultado es inmersivo.
"La clave es ‘mostrar, no contar’", dice Gandbhir. "Si le dices al público qué pasa, pueden cuestionarte. Pero si pueden verlo con sus propios ojos, confiarán en ti y formarán sus propias conclusiones. Queríamos sumergirlos en este mundo".
Las imágenes ponen al espectador en el centro de la acción: niños siendo interrogados, la policía llamando a la puerta de Lorincz, el caos la noche del asesinato. "Es material institucional, el público no duda de su autenticidad", argumenta la directora. "Además, para las personas de color, estas grabaciones suelen ser una herramienta violenta que la policía usa para criminalizarnos. Yo quería darle la vuelta a eso".
El archivo muestra incidentes previos durante dos años. "Ves a la comunidad antes del crimen, una comunidad hermosa y unida, cuidándose mutuamente. Los niños juegan seguros y los padres los vigilan. Quería mostrar cómo una persona peligrosa con un arma puede destruir todo eso".
La policía falló al tratar a Lorincz como una "molestia" y no como una amenaza, a pesar de que su comportamiento escalaba: usaba insultos raciales, amenazaba con un arma y aterrorizaba a los niños, mientras llamaba a la policía. En su interrogatorio, Lorincz revela un patrón de comportamiento calculado, alternando entre ser agresiva y hacerse la víctima.
Bajo presión, "el caso que había construido en su mente se derrumbó", dice Gandbhir. "Lo más fascinante fue ver cómo creyó que saldría impune hasta el último minuto. No mostraba remordimiento, solo le importaba ella misma".
La película también examina las leyes "Stand Your Ground", que en muchos estados de EE.UU. permiten usar fuerza letal sin intentar retirarse. En Florida, basta con creer que tu vida está en peligro. Esto llevó, por ejemplo, a la absolución de George Zimmerman, que mató a Trayvon Martin. Las estadísticas muestran que los homicidios con agresores blancos y víctimas negras tienen cinco veces más probabilidades de considerarse justificados.
Lorincz admitió haber investigado estas leyes, revelando que sus acciones no fueron un acto de miedo espontáneo, sino una estrategia. "Estas leyes son armizadas por la gente", sentencia Gandbhir. "Solo tienes que probar que tenías un miedo fundado. Esto es increíblemente peligroso para las personas de color, que son frecuentemente criminalizadas".
La historia de Owens y Lorincz es la historia de la América actual: un lugar de divisiones raciales y violencia con armas. Pero Gandbhir también encontró motivos para la esperanza.
"Esta película es un espejo de la sociedad. Ves el comportamiento de Susan, cómo weaponiza a la policía y deshumaniza a sus vecinos. Ella elige ‘adultificar’ y criminalizar a unos niños, la mayoría menores de 12 años, que jugaban en un jardín con permiso".
"Hay muchas Susans – pero también hay mucha gente como los vecinos. Esto te muestra lo mejor de América: una comunidad diversa y multiracial viviendo junta, amándose y cuidando de los hijos de los demás".
"La noche que mataron a Ajike, obviamente ves el horror, pero también ves a esa comunidad entrar en acción. Arriesgaron sus vidas. Salieron al jardín y rodearon a Ajike. Susan seguía en la casa con un arma. No sabían lo rápida que sería para disparar. Fueron e inmediatamente agarraron a los niños para protegerlos".
"Eso es lo mejor de América. En eso es en lo que yo creo y con lo que espero que se quede la gente: dándose cuenta de que hay que proteger a comunidades así. Debemos protegerlas de las Susans de este mundo".
"La Vecina Perfecta" se estrena en cines del Reino Unido el 10 de octubre y estará en Netflix desde el 17 de octubre.