El misterio del apagón en España resuelto

El gran apagón de España se atribuye a una sobretensión, no a las energías renovables.
Créditos: Oleksiichik, Shutterstock

El corte de luz más grande de España en décadas dejó a millones de personas en la península ibérica a oscuras el pasado abril, lo que suscitó dudas sobre si el rápido auge de las energías renovables había vuelto la red más frágil.

No obstante, cinco meses después, la investigación oficial europea ha descartado que la transición ecológica fuese la causa —y señala, en cambio, un fenómeno mucho más técnico: una inusual “cascada de sobretensiones” que se descontroló en cuestión de minutos.

Una falla eléctrica sin precedentes

Según un detallado informe publicado por ENTSO-E, la red europea de operadores de transporte de electricidad, el apagón que afectó a España y Portugal el 28 de abril constituyó “un evento global único”. La falla comenzó en el sur de España antes de propagarse a velocidad vertiginosa por la red ibérica, forzando paradas automáticas, interrumpiendo el suministro a hogares y empresas e incluso desconectando a España de Francia y Marruecos.

Lo más leído en Euro Weekly News

El equipo de 45 expertos que elaboró el informe recopiló datos de gobiernos, operadores de red y generadores de toda Europa para ofrecer lo que describen como una “explicación técnica y objetiva”, no una acusación. Se prevé que el informe definitivo, de mayor envergadura, esté listo a principios de 2026, y en él se analizarán las causas profundas y se propondrán medidas de prevención.

De manera crucial, los investigadores dejaron una cosa clara: las energías renovables no fueron las culpables. “El problema no fue la presencia de renovables”, afirmó Damien Cortinas, presidente de ENTSO-E. “Lo que necesitamos es generación capaz de controlar el voltaje —y la buena noticia es que esto puede lograrse con energías verdes, igual que con fuentes convencionales”.

LEAR  Hoy en España: Un resumen de las últimas noticias del lunes

Claves de la reacción en cadena

El voltaje —el nivel de energía eléctrica en la red— debe mantenerse rigurosamente dentro de unos límites específicos. Si es demasiado bajo o demasiado alto, el sistema completo puede desestabilizarse. Aunque la mayoría de los apagones se deben a una caída de tensión, este fue provocado por lo contrario: una sobretensión que desencadenó un efecto dominó.

El problema comenzó hacia el mediodía del 28 de abril, cuando la generación solar y eólica aumentó bruscamente al tiempo que los precios caían y las exportaciones eléctricas españolas alcanzaron los 5 gigavatios. Se detectaron oscilaciones menores, pero a las 12:03, la red empezó a sufrir tensión. Para las 12:32, la situación se agravó con rapidez: varias plantas eólicas y solares se desconectaron súbitamente, eliminando más de 2500 megavatios de generación en apenas 20 segundos.

Un transformador en Granada no logró proteger las instalaciones solares y eólicas cercanas, lo que fue seguido de pérdidas de generación a gran escala en Badajoz, Segovia, Huelva, Sevilla y Cáceres. Algunas unidades se apagaron por sobretensión; otras, por motivos que aún se investigan. La pérdida de esta generación —que ayudaba a estabilizar la red— no hizo más que empeorar la situación.

Mientras el voltaje se disparaba, los sistemas automáticos de defensa se activaron, pero no con la suficiente rapidez. En cuestión de segundos, la red española perdió la sincronización con Francia y Marruecos, aislando de hecho la península. Cinco segundos después, colapsó toda la red ibérica.

Portugal logró restablecer su red poco después de la medianoche del 29 de abril. En España, la recuperación se prolongó hasta las 4:00 de la madrugada.

LEAR  Nueva temporada de Winederlust en Euro Weekly News.

Los expertos reclaman un control de voltaje más inteligente

Las conclusiones subrayan un desafío crucial para la transición energética europea: si bien las renovables pueden suministrar energía limpia, el sistema sigue necesitando fuentes que estabilicen el voltaje —algo que antes solían gestionar mayormente las centrales de combustibles fósiles.

“La tecnología existe”, recalcó Cortinas. “No es ciencia nueva. La cuestión es si los países cuentan hoy con suficiente capacidad de control de voltaje”.

ENTSO-E afirma que se necesitan con urgencia nuevas inversiones para modernizar la red y dotar a las instalaciones renovables de mecanismos de control más eficaces. Inversores modernos, transformadores avanzados y una mejor coordinación entre operadores nacionales podrían evitar que se repita lo sucedido en abril.

La organización también instó a los países a mejorar la regulación localizada del voltaje —permitiendo que los problemas se resuelvan en el punto donde surgen, en vez de dejarlos propagarse por el sistema.

No hay señalamientos, solo lecciones aprendidas

ENTSO-E quiso dejar claro que su misión no es señalar culpables. “No somos la policía ni un tribunal”, declaró Cortinas. “Nuestra labor es promover la transparencia y el aprendizaje mediante una explicación técnica”.

Dicho esto, se espera que las autoridades nacionales de España realicen sus propias investigaciones de seguimiento. El apagón de abril se ha convertido en un caso de estudio para ingenieros de todo el mundo —un ejemplo poco común de colapso por sobretensión generalizada en una red energética altamente desarrollada.

La cronología del informe sugiere que una combinación de desconexiones de paneles solares en tejados, paradas automáticas por seguridad y fallos en las interconexiones contribuyeron a la reacción en cadena. Los expertos admiten que comprender el comportamiento de sistemas pequeños y descentralizados —como los paneles fotovoltaicos domésticos— durante tales crisis sigue siendo uno de los retos más complejos.

LEAR  IMPACTANTE ESCLAVITUD EN ESPAÑA: ¡DESMANTELADA RED DE TRATA DE PERSONAS EN LA RIOJA!

¿Qué sucederá a continuación?

El organismo europeo planea publicar su análisis final a principios de 2026, en el que profundizará en las causas técnicas y propondrá nuevas salvaguardas para la red del continente, cada vez más dependiente de las renovables.

Para España, el apagón ha sido una llamada de atención. Como uno de los líderes europeos en renovables, con más de la mitad de su energía procedente ya del viento y el sol, el incidente puso de manifiesto lo complejas e interconectadas que se han vuelto las redes modernas —y lo crucial que es equilibrar el crecimiento verde con la resiliencia del sistema.

El gobierno español y Red Eléctrica de España (REE) han intensificado desde entonces la colaboración con los reguladores europeos para reforzar la infraestructura y perfeccionar sus mecanismos de respuesta rápida.

Mientras que muchos temían que este apagón desataría críticas contra las renovables, parece ocurrir todo lo contrario. El informe refuerza la idea de que el futuro del sistema energético europeo no depende de menos energías renovables, sino de unas más inteligentes y resilientes.