El Real Mallorca comenzó la temporada 2025/26 de la peor manera posible, cayendo derrotado 0-3 ante el Barcelona frente a 23.318 espectadores.
Todo salió mal para el equipo local el sábado por la noche durante la primera mitad, agravado por una actuación arbitral espantosa (a cargo del mismo árbitro de nuestra final de copa en abril pasado, que ahora se hace llamar Juan Munuera, igual de pésimo que cuando firmaba como Munuera Montero). Fue increíblemente malo en casi todas sus decisiones, y el Mallorca terminó el primer tiempo sintiéndose víctima del colegiado andaluz. Amonestó a Morey a los siete minutos por un choque inofensivo, cuando una advertencia verbal hubiese bastado. Sin duda, la ineptitud de Munuera quedará grabada en la memoria de los mallorquinistas por años.
Como era de esperar, el Barcelona fue muy superior y se adelantó pronto. En el minuto 6, Rapinha, libre de marca, cabeceó el primer gol culé. En el 21, Muriqi falló un claro ocasión de empate, rematando flojo a las manos del portero Juan García cuando era más fácil marcar. Luego, en el 23, vino el escándalo: nuestro Capitán Marvel, Antonio Raillo, cayó en el área tras recibir un balonazo en la cabeza. El árbitro llevó el silbato a los labios pero, por algún motivo (quizá al ver que no era un jugador del Barça en el suelo), no pitó mientras Raillo quedaba tendido.
Debió aplicarse el protocolo de lesión craneal, pero no se hizo nada. Ferran Torres continuó la jugada y anotó el segundo del Barça al poste. La incredulidad en la grada fue palpable, ondeando pañuelos blancos en señal de indignación. Morlanes y nuestro técnico Arrasate vieron amarillas por protestar. Minutos después, Morlanes perdió los estribos y se encaró al árbitro, quien no dudó en mostrarle segunda amarilla por una entrada a Lamine.
De mal en peor: una patada alta de Muriqi supuestamente rozó la cabeza del portero culé, aunque el replay mostró que casi no lo tocó. Pese a ello, Muriqi vio roja directa por el VAR, dejando al Mallorca con nueve. Antes del descanso, la grada estalló cuando una dura entrada de Rapinha a Morey solo mereció amarilla.
En la segunda mitad, la misión del Mallorca era clara: con inferioridad numérica, contener a Lamine Yamal y evitar el tercero. Casi lo logran, destacando su resistencia épica. Sí, el Barça aflojó, pero en el minuto final, Lamine firmó un gol típico suyo: cortó por derecha y fulminó un volea zurda ante nuestro mejor jugador, Leo Román.
Al final, el Barcelona ganó cómodo, pero no necesitó ayuda: el partido estuvo condicionado por un árbitro nefasto que nos costó un gol y una expulsión, ambas decisiones durísimas. Fue nuestra primera derrota en una jornada 1 en diez años. El próximo sábado a las 17h, el Celta visitará Son Moix con un calor asfixiante.
El sábado pasado en la Copa Ciudad de Palma, los puestos vendían botellas de agua de 50cl en promoción 2×1 por 3€. Este sábado, la misma agua costaba 6€ por dos. Con el calor extremo, esas botellas podrían haber sido vitales y deberían haber sido gratuitas. ¡Increíble la subida de precios cuando viene el Barça!
