Una red de lavado de activos vinculada al narcotráfico, que utilizaba establecimientos gestionados por ciudadanos chinos dedicados a la venta de artículos domésticos cotidianos, habría canalizado más de 22 millones de euros en efectivo tan solo en la provincia de Málaga.
La Policía Nacional sostiene que estos bazares, tiendas de importación y almacenes de apariencia común –muchos ubicados en y alrededor del activo polígono industrial de Guadalhorce, próximo al aeropuerto– operaban en secreto como ‘bancos en la sombra’ para una peligrosa banda albanesa. Dicho grupo criminal se dedicaba a la explotación de extensas plantaciones de marihuana en interiores por todo el territorio español.
Según los investigadores, en la provincia se realizaron más de 200 entregas de fondos. Estos comercios servían de puntos de cobertura donde el dinero procedente del tráfico de drogas era recibido, contabilizado y redistribuido.
Se alega que los establecimientos, que en apariencia vendían ropa, artículos para el hogar, electrónica o mercancía general, funcionaban como centros bancarios informales para la organización. Su mecanismo consistía en aceptar fajos de billetes en España y liberar los fondos equivalentes en China u otros países a través de redes transfronterizas clandestinas.
La Costa del Sol también actuaba como un centro de coordinación, desde donde supuestamente se emitían las órdenes financieras para sostener los cultivos de interior en otras provincias.
En la cúspide de la estructura, se cree que se encontraban dos cabecillas albaneses de alto rango, en colaboración con dos coordinadores chinos de amplia trayectoria. Éstos últimos gestionaban una “extensa cartera” de comercios asiáticos a nivel nacional, dispuestos a mover capital de origen delictivo.
La facción albanesa es descrita por la policía como “altamente peligrosa”, con acceso a armas de fuego y un alto riesgo de fuga.
La investigación sugiere que la red de blanqueo lleva operativa desde 2021 y podría haber movido más de 60 millones de euros en todo el país.
Se detectaron rutinas de recogida de efectivo similares en Barcelona, Valencia, Madrid, Alicante y Sevilla, pero Málaga parece haber sido uno de los principales centros financieros de la operación.
A finales de 2023, se había procedido a la detención de casi 30 personas, incautándose 615.000 euros en metálico junto con más de 400.000 euros en relojes de lujo y joyeria.
En una operación separada ligada a la misma red, agentes en Madrid incautaron 64,9 kg de marihuana y detuvieron a dos sospechosos de origen albanés en Torrejón de Ardoz.
A pesar de la envergadura del caso, al menos uno de los supuestos cabecillas –de nacionalidad china– ha sido puesto en libertad mientras continúa la investigación.
La defensa reconoce que “centenares de personas” se encuentran ahora bajo escrutinio judicial.
Este caso se ha desarrollado en paralelo a investigaciones relacionadas en Madrid y Torremolinos que involucran delitos de secuestro, tenencia de armas y falsificación de documentos de identidad. Todo apunta a un ecosistema criminal mucho más arraigado en el panorama comercial cotidiano de España de lo que se creía.
La fase de instrucción permanece abierta mientras la policía continúa rastreando las rutas financieras de la red y sus vínculos con plantaciones de marihuana, correos de efectivo y negocios minoristas chinos a lo largo y ancho del país.
Se anticipan nuevas detenciones.
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