Las startups de IA en el ámbito sanitario siguen atrayendo un gran interés por parte de los inversores, al tiempo que ganan mayor adopción entre proveedores, aseguradoras y empresas farmacéuticas.
En el primer semestre de este año, aproximadamente el 58% de todas las operaciones de financiación en salud involucraron a empresas de IA, marcando así un ritmo récord. Además, al menos 10 startups de IA en salud alcanzaron valoraciones superiores a los mil millones de dólares en el último año, junto con al menos cinco desinversiones multimillonarias en este sector durante 2025, según datos recientes.
Con una saturación de empresas de IA compitiendo por atención en el sector salud, tanto inversores como clientes deben discernir qué herramientas ofrecen valor real y cuáles son más marketing que utilidad práctica.
Morgan Cheatham, socio y director de salud y ciencias de la vida en Breyer Capital, señaló que la distinción entre empresas “AI-first” e “AI-enabled” revela el centro de gravedad de una compañía, del cual emana su estrategia.
“Las compañías AI-first avanzan en la ciencia de la computación, mientras que las AI-enabled sobresalen en implementación y distribución. En la práctica, no es una cuestión binaria, sino un espectro, donde la mayoría de las empresas perdurables combinan elementos de ambos”, explicó.
Sin embargo, este marco no determina por sí solo la longevidad de una empresa.
En la opinión de Cheatham, las empresas que perdurarán serán aquellas con posicionamiento sólido y capacidad de distribución; aquellas que controlen puntos de apalancamiento clave, como donde la IA se consolida, se origina los datos, se optimizan flujos de trabajo y convergen redes. Esto creará valor que las empresas establecidas no pueden igualar.
Destacó como ejemplo a Artera, una startup de diagnóstico oncológico impulsada por IA y parte del portafolio de Breyer. Esta opera en el punto donde los datos se crean por primera vez y se transforman: convirtiendo tejido humano en información estructurada y clínicamente útil.
“Controlar este punto de conversión le da a Artera una ventaja arquitectónica. Una vez que los datos crudos se convierten en información clínicamente accionable, cada flujo subsiguiente — desde el diagnóstico hasta la planificación del tratamiento y el reembolso — se ve moldeado por ello”, explicó.
Aún así, es importante recordar que con actores consolidados como Epic y otros como Doximity y R1 RCM ingresando al campo de la IA en salud, es difícil para las nuevas startups competir en amplitud, añadió Cheatham.
Para él, su ventaja radica en ocupar espacios a los que las empresas establecidas llegan con lentitud, así como en encontrar formas de distribución que estas no puedan replicar fácilmente.
La plataforma de apoyo a la decisión clínica impulsada por IA, OpenEvidence, “demuestra el poder de una distribución ágil” al ofrecer su producto directamente a los clínicos de forma gratuita, ganándose su confianza en el punto de atención y evitando los engorrosos procesos de compra corporativa, señaló Cheatham.
También elogió a Iterative Health, una startup de IA que ofrece herramientas para el cuidado gastrointestinal, por demostrar cómo un modelo de negocio inteligente puede combinar visión por computadora avanzada con la reclutación para ensayos clínicos, beneficiando tanto a las prácticas médicas como a los patrocinadores. Mencionó también a la empresa de evidencia clínica Atropos Health, la cual muestra cómo una plataforma puede servir tanto a proveedores como a farmacéuticas al generar evidencia clínica del mundo real útil para ambos.
“En verticales saturados, los datos y la confianza se acumulan más rápido en plataformas agregadas que en soluciones puntuales fragmentadas, por lo que la consolidación, no el colapso, es el resultado predeterminado. Esta combinación de ventaja técnica y alineación económica es precisamente donde las startups pueden diferenciarse”, declaró Cheatham.
Añadió que la IA crea abundancia, no escasez.
Cuando diversas empresas persiguen el mismo vertical y operan bajo modelos similares, la diferenciación se erosiona y los mercados tienden a resolverse mediante la escala, explicó Cheatham.
“Las categorías sobrevaloradas marcan los lugares donde la demanda del mercado es más clara y los puntos de entrada son más valiosos. Incluso en un panorama competitivo, estos son terrenos privilegiados: los flujos de trabajo que todos pugnan por controlar son los que más importan”, comentó.
La presión sobre los márgenes siempre será más severa en el sector salud, por lo que los compradores no tolerarán decenas de proveedores similares. En su lugar, el gasto se concentrará en las plataformas que controlen puntos de entrada clave y generen valor para diferentes partes interesadas, afirmó Cheatham.
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