La Guardia Civil sospecha que el incendio del vehículo que afectó a dos bloques de pisos en Sa Coma (Sant Llorenç) el sábado por la mañana pudo ser intencionado.
El automóvil, un Toyota C-HR híbrido, se encontraba en el aparcamiento subterráneo de uno de los edificios. Pertenece a una residente del bloque que ha sido víctima de violencia de género. Debido a este vínculo, lo que en un principio parecía un fuego accidental se ha convertido en un posible caso de incendio premeditado.
Las llamas se originaron alrededor de las 7:30 de la mañana. En total, ochenta personas fueron desalojadas de ambos inmuebles, resultando más afectado el que se alza justo encima del garaje. Veintitrés personas requirieron asistencia por inhalación de humo, y veinticinco, incluida la propietaria del vehículo, recibieron alojamiento de emergencia en el polideportivo municipal.
El lunes, peritos del Laboratorio de Criminalística inspeccionarán el coche y el escenario del suceso para tratar de determinar si el incendio fue provocado o se debió a un cortocircuito.