Por Olivier Acuña Barba •
Publicado: 15 jun 2025 • 21:07 • 3 minutos de lectura
El imperio de Sir David Beckham enfrenta crisis familiares. ¿Sobrevivirá? | Créditos: Shutterstock
La condecoración de Sir David Beckham supone un reconocimiento institucional, fruto de tres décadas de trayectoria. Sin embargo, mientras el exfutbolista recibía su título de caballero la semana pasada, los rumores de una disputa familiar amenazaron con opacar este hito, según informó la BBC el domingo.
Recientemente, han circulado rumores de que su hijo mayor, Brooklyn, y su esposa, Nicola Peltz, se distancian del resto de la familia debido a desacuerdos.
“Un experto en gestión de reputación afirma que estos conflictos están dañando la imagen pública de los Beckham, señalando que la cobertura mediática ha adoptado un tono cercano al culebrón”, añadió la BBC. El origen del conflicto se remonta a tres años atrás, cuando Nicola rechazó vestir un diseño de su suegra, Victoria, para su boda con Brooklyn.
¿Un imperio de 500 millones en peligro?
El vasto imperio empresarial de Beckham, valorado en 500 millones de libras (unos 587 millones de euros), enfrenta tensiones crecientes en el núcleo familiar.
El exastro del Manchester United y su esposa Victoria lideran un portafolio que abarca moda, medios, whisky y bienes raíces, demostrando su habilidad para convertir su celebridad en éxito financiero.
Este imperio, de unos 678 millones de dólares, es un equilibrio frágil de relaciones, alianzas comerciales y branding cuidadoso. Ahora, las disputas familiares, especialmente con su hijo Brooklyn, añaden incertidumbre a su futuro.
El conflicto nace de desacuerdos sobre lealtad, prioridades y control—un drama digno de tabloide, pero con graves implicaciones económicas para el emporio Beckham.
Según reportes, las disputas se han intensificado en los últimos meses, alimentando rumores de una posible ruptura familiar que pondría en riesgo décadas de trabajo.
No solo Brooklyn y Nicola
La crisis involucra a otros miembros cercanos a los Beckham, tensionando un negocio que hasta hace poco parecía indestructible.
Algunos señalan que esta fractura refleja el clásico desafío de compatibilizar empresa y familia, donde límites entre amor, lealtad y dinero se difuminan, transformando el éxito en campo de batalla.
Los Beckham construyeron su marca convirtiendo su matrimonio e imagen en producto vendible—una fusión de deporte, moda y empresa—pero mantener esa unidad se complica cuando las relaciones se resquebrajan.
Aunque fuentes cercanas hablan de posible reconciliación, el camino no será fácil. Las marcas asociadas a su nombre dependen de una imagen de estabilidad y armonía familiar.
Si no resuelven sus diferencias, podrían perder apoyo de fans y seguidores en redes, afectando directamente su imperio economico.
Ni los ricos y famosos se salvan
Sea cual sea el desenlace, este saga familiar recuerda que el dinero no compra felicidad—ni siquiera entre parientes. Los conflictos, más allá de palabras, tienen consecuencias financieras tangibles.
Los Beckham deben demostrar capacidad para navegar esta crisis. De ello podría depender la supervivencia o el colapso de su legado.
A partir de ahora, la familia deberá luchar por convencer al público de que pueden reconciliarse por el bien de su futuro. Mientras, este drama seguirá captando la atención de millones en todo el mundo.