El município de Alcudia no es único en Mallorca al contar con edificios abandonados hace décadas que aparentemente se dejan pudrir. Sin embargo, pocos pueden presumir de un hostal con vistas a una bahía tan hermosa —la bahía de Pollença, en este caso—. Una ubicación privilegiada para un proyecto de rehabilitación, ¿verdad?
Pudiera parecerlo, pero el Hostal Posada de Verano, según señala el Ayuntamiento de Alcudia, está «fuera de planeamiento»; es decir, que ya no cumple con la normativa urbanística vigente. Dicha normativa es tan restrictiva que el suelo no está calificado para uso residencial ni turístico. Además, limita enormemente cualquier posible reforma, permitiendo únicamente actuaciones en la planta baja.
En lugar de una rehabilitación, el consistorio pretende adquirir la propiedad para demolerla y crear una zona verde. Esta intención se hizo pública hace más de dieciocho meses. No obstante, hasta el momento, el ayuntamiento no ha avanzado en la ejecución de su plan.
La triste historia de la Posada de Verano es la de unos problemas económicos que terminaron derivando en que la propiedad pasase a manos del denominado banco malo, Sareb. Fue subastada y, según se supo, hubo un comprador, un mallorquín. La alcaldesa de Alcudia, Fina Linares, señala que el comprador tendría que invertir una gran suma en la renovación. Pero, ¿para qué uso?
Dadas las restricciones urbanísticas, el único futuro que parece aguardar al antiguo hostal es el plan municipal de demolición. Este se encuentra paralizado «porque el precio propuesto es prohibitivo; no ha habido un acuerdo inicial». «Seguiremos a la espera por si rebajan sus pretensiones, ya que no hemos tirado la toalla. Confiamos en que se muestren dispuestos a llegar a un entendimiento», añade la alcaldesa.