Una violenta pandilla de El Salvador que se ha expandido a España ha sufrido un gran golpe con la detención de 27 miembros por parte de la Policia Nacional.
Mara Salvatrucha, también conocida como MS-13, estaba buscando comprar armas en el país y había hecho un trato con un criminal para llevar a cabo un asesinato.
La administración de Donald Trump etiquetó al grupo en febrero como una organización terrorista extranjera y el FBI brindó apoyo a las autoridades españolas en su operación.
Las detenciones se llevaron a cabo el 27 de marzo pero la información se dio a conocer recién el miércoles.
18 de las detenciones se realizaron en la zona de Madrid.
Todos los arrestados tenían entre 20 y 30 años, con cinco ciudadanos españoles, incluida una mujer, en la lista.
El resto provenían de América Central y del Sur, incluidos 10 de El Salvador.
Nueve de los detenidos han sido encarcelados con múltiples cargos en su contra, incluido homicidio, causar lesiones, robo con violencia y delitos contra la salud pública.
Entre los elementos incautados se incluyen armas blancas, armas simuladas, sustancias narcóticas y teléfonos móviles.
En Madrid y Barcelona operaban dos grupos de MS-13, con contactos en otras partes de España y en Europa.
La Policia Nacional informó que la investigación de alto nivel comenzó hace casi dos años e involucró a más de 200 agentes.
El objetivo era detener el crecimiento del grupo.
El comisionado de la Policia Nacional, Vicente Martínez, dijo: “La Mara Salvatrucha es un fenómeno muy violento que desestabiliza la seguridad nacional.”
Él enfatizó que las detenciones permitieron cortar de raíz al grupo ya que todavía estaba en una etapa ‘primitiva’.
La sucursal de Madrid traficaba drogas en pequeñas cantidades y celebraba reuniones para reclutar nuevos miembros, además tenía contactos en Estados Unidos y América Central.
Agregó que su comercio de drogas realmente se trataba de obtener dinero para continuar mientras que su verdadero objetivo era todo ‘sobre la violencia’.
Martínez dijo que interceptaron una videollamada en febrero de 2024 que delineaba planes de expansión en Madrid y Barcelona con órdenes sobre cómo llevarlo a cabo.
Esto incluía consejos organizativos y cómo castigar a las personas que no se alineaban.
El comisionado reveló que la fuerza actuó sobre los sospechosos a finales de marzo antes de que su planificado asesinato pudiera ser ejecutado.