La ABTA acaba de celebrar su congreso anual en Magaluf con un éxito rotundo, al que asistierón no solo magnates del sector turístico, sino también el gobierno español. La Secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, inauguró el evento y, al hacerlo, subrayó y puso de relieve la importancia del turismo británico para España, como principal mercado, así como la sólida relación entre ambas naciones.
Asimismo, desveló que España, a través de Turespaña en colaboración con la ABTA y sus miembros, está a punto de embarcarse en un nuevo plan de turismo responsable para 2030 que implica una colaboración hispano-británica en pro del futuro del sector y su beneficio para las comunidades locales, las economías y el medio ambiente.
Sánchez disertó sobre política turística a nivel local y nacional, pero, ¿acaso hubo alguien del gobierno británico en España presente para escuchar el anuncio de la nueva política y, además, agradecerle sus amables y respaldadoras palabras sobre el Reino Unido y los turistas británicos? No.
Hasta hace poco, miembros de la Oficina de Asuntos Exteriores en España solían pasar frecuentemente por Mallorca, especialmente por Calviá, para asistir en asuntos de seguridad y promocionar campañas de concienciación, etc. Siempre creí que parte de las funciones del FCO incluían la promoción del Reino Unido en España.