El futuro de Sarepta en la terapia génica sigue incierto, pero los datos de su socio Hansa son un rayo de esperanza

Sarepta Therapeutics sigue evaluando cómo prevenir mejor daños hepáticos causados por su terapia génica comercializada para la distrofia muscular de Duchenne. Sin embargo, su socio Hansa Biopharma ha presentado datos preliminares alentadores de un pequeño estudio clínico que sugiere que su fármaco para rechazo de trasplantes podría usarse como pretratamiento en pacientes con Duchenne que reciben Elevidys, la terapia génica.

En tres pacientes tratados con imlifidase —un medicamento de Hansa—, la compañía sueca reportó una rápida reducción de anticuerpos IgG, responsables de respuestas inmunes excesivas. Hansa planea discutir con Sarepta los próximos pasos del programa, actualmente en Fase 1.

Elevidys emplea virus adenoasociados (AAV) para transportar material genético a células musculares. Estos virus modificados pueden desencadenar reacciones inmunes fuertes, un riesgo conocido en terapias génicas con AAV. Por ello, suelen administrarse inmunosupresores junto con estos tratamientos.

La imlifidase degrada los anticuerpos IgG. Este fármaco, una enzima diseñada, ya se comercializa en Europa bajo el nombre Idefirix para prevenir el rechazo renal postrasplante. No reemplaza la terapia inmunosupresora habitual, sino que se usa como pretratamiento en pacientes con anticuerpos contra el riñón donado.

Los datos preliminares, publicados el viernes, provienen de un estudio en Fase 1 con seis pacientes con Duchenne y anticuerpos preexistentes contra AAV. En tres pacientes, se observó una reducción del 95% o más en IgG, permitiéndoles recibir Elevidys. A las 12 semanas, hubo evidencia de producción de microdistrofina, una versión reducida de la proteína que falta en estos pacientes.

Aunque la generación de microdistrofina es prometedora, sus niveles fueron inferiores a los reportados en otros ensayos clínicos con Elevidys. En cuanto a seguridad, no hubo nuevas señales de riesgo, pero se observó una reducción en IgG que podría aumentar la susceptibilidad a infecciones, como ya se había visto en estudios previos.

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Este año ha sido agitado para Sarepta y Elevidys, la única terapia génica para Duchenne aprobada por la FDA. El primer fallecimiento vinculado al tratamiento se reportó en marzo. Tras un segundo deceso en junio, Sarepta anunció la formación de un comité de expertos en Duchenne e hígado para mitigar las respuestas inmunes. En julio, un tercer paciente adulto falleció durante un ensayo para distrofia muscular de cinturas.

La FDA solicitó inicialmente a Sarepta detener el suministro de Elevidys, pero luego permitió su reanudación para pacientes ambulatorios, es decir, niños en etapas menos avanzadas que no necesitan dosis altas.

En un informe a inversionistas, el analista Matt Phipps de William Blair destacó que, aunque los datos con imlifidase son alentadores, la falta de información cuantitativa dificulta predecir el futuro del programa. La aprobación europea de este fármaco fue condicional, basada en evidencia limitada. Los inversores esperan resultados de Fase 3 en trasplantes renales y síndrome de Goodpasture, previstos para este año.

La alianza entre Hansa y Sarepta comenzó en 2020. Sarepta pagó $10 millones iniciales y podría desembolsar hasta $397.5 millones adicionales por hitos.

"Nos alienta que imlifidase reduzca significativamente los anticuerpos IgG y anti-AAV, permitiendo administrar terapia génica", declaró la CEO de Hansa, Renée Aguiar-Lucander, quien adelantó más datos para este año.

Además, imlifidase se prueba en Fase 2 como pretratamiento para una terapia génica de Genethon contra el síndrome de Crigler-Najjar, un trastorno hereditario raro que afecta el metabolismo de la bilirrubina.

Imagen de dominio público por Berkshire Community College Bioscience Image Library.