Esta reunión fue organizada por congregaciones judías locales, el Fondo Nacional Judío de Sudáfrica y la Embajada de Israel en Sudáfrica para concienciar sobre la situación de los rehenes y lograr que regresen a casa.
Or Levy, un ex-rehén de Gaza, visitó un hogar para niños en la capital sudafricana, Pretoria, donde se encontró con decenas de niños huérfanos. En el Bramley Children’s Home, Levy conversó con niños que podían sentirse identificados con su propio hijo pequeño, quien quedó sin madre después de la masacre del 7 de octubre.
La comunidad judía sudafricana recogió 100 ositos de peluche para repartir entre los niños del orfanato en memoria de la difunta esposa de Levy, Einav, quien fue asesinada en el festival Nova. Levy fue secuestrado en el mismo festival, y su hijo permaneció huérfano durante 491 días hasta que su padre fue liberado del cautiverio de Hamas en febrero de 2025.
Esto llevó a Levy a elegir honrar el legado de su esposa organizando actividades para niños que no tienen padres. Levy, que ahora cría a su hijo como viudo, se basó en su experiencia personal para compartir un mensaje con los niños que visitó. Su mensaje fue que las personas no se definen por las tragedias que sufren, sino por la forma en que responden a ellas.
Or Levy se reúne con su hijo de tres años después de 491 días en cautiverio de Hamas, 8 de febrero de 2025. (crédito: GPO/Cortesía)
Levy fue liberado junto a Ohad Ben Ami y Eli Sharabi. Los tres parecían débiles, asustados y frágiles al momento de su liberación.
‘Actuar con bondad y humanidad, y no con odio’
“La elección debe ser actuar con bondad y humanidad, y no con odio”, dijo Levy.
Su visita a Sudáfrica fue parte de una iniciativa entre el Fondo Nacional Judío de Sudáfrica y la Sinagoga Base para ofrecer a los rehenes liberados y sus familias oportunidades adicionales de sanación mientras disfrutan de lo que el país tiene para ofrecer.
Tras la liberación de Levy, su familia dijo que esperaban con ansias el primer abrazo entre Levy y su hijo cuando se reencontraran.
“Esperábamos con impaciencia el momento en que el pequeño Almog y Or finalmente se reunieran, un abrazo que anhelamos con cada aliento”, dijeron en febrero, el día de su liberación.
“En medio de estas emociones, nuestros pensamientos se dirigen a Einav, de bendita memoria, la madre de Almog, quien fue asesinada en ese día maldito. Su pérdida ha dejado un vacío enorme en todos nuestros corazones. Creemos que ella está mirando desde arriba, feliz de ver a Almog recibiendo finalmente el abrazo de su padre. Su memoria y su forma de ser siempre nos guiarán”.
Danielle Greyman-Kennard contribuyó a este informe.