Sakshi Venkatraman
Reportera de EE.UU.
Kaaviya Sambasivam/Simone Mckenzie/Google Veo 3
Kaaviya Sambasivam, a la izquierda, es una influencer popular. Gigi, a la derecha, es una influencer de IA.
En ciertos aspectos, Gigi es como cualquier otra influencer joven de redes sociales.
Con el pelo y el maquillaje perfectos, se conecta y habla con sus seguidores. Comparte clips: comiendo, haciendo su rutina de cuidado facial, aplicándose lápiz labial. Incluso tiene un bebé adorable que aparece en algunos videos.
Pero después de unos segundos, algo puede parecer un poco extraño.
Puede morder una pizza hecha de lava derretida, o aplicarse copos de nieve y algodón de azúcar como brillo labial. Sus manos a veces atraviesan lo que está sosteniendo.
Eso es porque Gigi no es real. Es la creación de IA de Simone Mckenzie, una estudiante de la Universidad de Illinois, que necesitaba ganar algo de dinero durante el verano.
La Srta. Mckenzie, de 21 años, es parte de un grupo en rápido crecimiento de creadores digitales que producen un flujo constante de videos ingresando indicaciones simples en chatbots de IA, como Google Veo 3. Los expertos dicen que este género, llamado "basura de IA" por algunos críticos y espectadores a regañadientes, está invadiendo los feeds de las redes sociales.
Y sus creadores están encontrando un éxito considerable.
"Un video me generó $1,600 en solo cuatro días", dijo la Srta. Mckenzie. "Pensé: bueno, voy a seguir haciendo esto".
Después de dos meses, Gigi tenía millones de visualizaciones, generando miles de dólares para la Srta. Mckenzie a través del fondo para creadores de TikTok, un programa que paga a los creadores según las vistas que obtienen. Pero ella está lejos de ser la única persona que usa la IA para lograr una viralidad fácil, dijeron los expertos.
"Está aumentando mucho ahora y probablemente va a continuar", dijo Jessa Lingel, profesora asociada y experta en cultura digital de la Universidad de Pensilvania.
Sus creadores, que ahora pueden generar videos de literalmente cualquier cosa en solo unos minutos, tienen el potencial de alterar la lucrativa economía de los influencers.
Pero mientras algunos dicen que la IA está arruinando las redes sociales, otros ven su potencial para democratizar quién alcanza la fama en línea, dijo Lingel. Aquellos que no tienen el dinero o el tiempo para un fondo elegante, equipo de cámara o herramientas de edición de video ahora también pueden volverse virales.
Simone Mckenzie/Google Veo 3
Parte de la indicación que Mckenzie usó para crear su video más viral de Gigi.
¿Los influencers tradicionales están siendo desplazados?
Ser influencer en redes sociales se convirtió en una carrera legítima solo recientemente. Pero en pocos años, la industria ha crecido hasta valer más de $250 mil millones, según la firma de inversiones Goldman Sachs. Los creadores en línea a menudo usan sus propias vidas (sus vacaciones, sus mascotas, sus rutinas de maquillaje) para crear contenido y atraer seguidores.
Los creadores con IA pueden hacer lo mismo, solo que más rápido, más barato y sin las limitaciones de la realidad.
"Sin duda tiene el potencial de trastornar el espacio de los creadores", dijo Brooke Duffy, académica de medios digitales y sociales de la Universidad de Cornell.
La Srta. Mckenzie, creadora de Gigi, dijo que generar los videos le toma solo unos minutos y que a veces publica tres por día.
Eso no es factible para influencers humanos como Kaaviya Sambasivam, de 26 años, que tiene alrededor de 1.3 millones de seguidores en múltiples plataformas.
Dependiendo del tipo de video que esté haciendo (ya sea una receta, un vlog de un día en su vida o un tutorial de maquillaje), puede tomar desde unas horas hasta varios días producirlo por completo. Tiene que comprar, planificar, preparar el fondo y la iluminación, grabar y luego editar.
Los creadores con IA pueden saltarse casi todos esos pasos.
"Surge la pregunta: ¿vamos a poder competir con esto? Porque soy humana. Mi producción es limitada", dijo la Srta. Sambasivam, radicada en Carolina del Norte. "Hay meses en los que me siento desanimada y publico solo lo mínimo. No puedo competir con robots".
Ella comenzó a construir su canal mientras vivía con sus padres durante la pandemia de Covid. Sin equipo, dijo que pegó su teléfono a la pared con cinta adhesiva para grabar. Con el tiempo, gastó el dinero que ganó como influencer comprando trípodes, luces, maquillaje y comida para sus videos. Le tomó años construir su audiencia.
La Srta. Mckenzie dijo que consideró ser una influencer más tradicional, pero no tenía el dinero, el tiempo ni el equipo. Por eso creó a Gigi.
"Mi escritorio en casa tiene muchos libros y cosas", dijo. "No es lo más atractivo visualmente. Definitivamente hace las cosas más fáciles el que puedas elegir el fondo que quieras con IA".
Kaaviya Sambasivam
Kaaviya Sambasivam
La vida "real" en los videos de IA
Cuando la Srta. Mckenzie comenzó, recurrió al chatbot Veo 3 de Google, pidiéndole que generara una mujer, alguien que la representara.
Gigi tiene su edad, 21 años, piel morena, ojos verdes, pecas, delineador alado y cabello largo negro. Luego le pidió al chatbot que hiciera hablar a Gigi. Gigi ahora comienza cada video regañando a los comentaristas que la acusan de ser IA. Luego, demostrándoles burlonamente que tienen razón, se come un aguacate enjoyado o una galleta hecha de slime.
La Srta. Duffy dijo que las alteraciones digitales no son nuevas. Primero, hubo programas como Photoshop, usado para editar imágenes. Luego, aplicaciones como FaceTune facilitaron que los usuarios cambiaran sus rostros para redes sociales. Pero dijo que el principal precursor de los videos de IA hiperrealistas de hoy fueron los deepfakes de celebridades, que surgieron a fines de la década de 2010.
Pero ahora se ven mucho, mucho más reales, dijo la Srta. Duffy, y pueden propagarse más rápido.
Los videos de IA abarcan desde lo absurdo (un dibujo animado de un gato trabajando en McDonald’s) hasta lo hiperrealista, como grabaciones falsas de cámaras timbre. Representan todos los géneros: terror, comedia, cocina. Pero nada de eso es real.
"Se ha convertido, de alguna manera, en una forma de cultura meme", dijo la Srta. Duffy.
Una mujer estadounidense de 31 años que vive en Corea del Sur tiene una página en TikTok dedicada a un cachorro generado por IA, Gamja, que usa auriculares, cocina y se riza el pelo. Ella ha recibido millones de visualizaciones, así como acuerdos de colaboración con compañías que quieren salir en sus videos.
"Quería mezclar cosas que a la gente le encantan, como la comida y los cachorros, de una manera que no se había hecho antes," dijo ella.
Uno de los mayores creadores de contenido con IA en TikTok es Daniel Riley, de 27 años. Tiene una audiencia de millones, pero nunca han visto su cara. En cambio, sus videos de "viajes en el tiempo" le han hecho ganar casi 600,000 suscriptores y decenas de millones de vistas.
"POV: despiertas en Pompeya el día de la erupción" y "POV: despiertas siendo la Reina Cleopatra" son algunos de sus títulos más populares, llevando a los espectadores por un día ficticio de 30 segundos en la historia antigua.
"Me di cuenta de que podía contar historias que normalmente costarían millones producir y darle a la gente un vistazo a diferentes épocas a través de su teléfono," comentó.
Y ha desarrollado otra fuente de ingresos: un bootcamp para enseñar a otros cómo hacer videos similares con IA por una cuota mensual.
¿Alguien notará la diferencia?
"Dejen de llamarme IA," dice Gigi al comienzo de cada TikTok. Está discutiendo con los escépticos, pero algunos miembros de la audiencia creen sin dudar que es real.
Por un lado, los videos de IA casi indistinguibles de la realidad suponen un problema real, dijo la señora Lingel, especialmente para los niños pequeños que aún no tienen alfabetización mediática.
"Creo que pronto será casi imposible para un humano común notar la diferencia," afirmó. "Vamos a ver un aumento en la desinformación, un aumento en estafas, un aumento en contenido que es simplemente… basura."
Por otro lado, los videos de IA pueden ser fascinantes, dijeron expertos, ofreciendo material exagerado y como de caricatura.
"Son esas imágenes y publicaciones que parecen bailar en la línea entre la realidad y el engaño las que capturan nuestra atención y nos animan a compartir," dijo la señora Duffy.
Un estudio de la Universidad de Harvard indicó que, entre los usuarios de IA de 14 a 22 años, muchos dicen usarla para generar cosas como imágenes y música.
Aún así, dijo ella, la pregunta es si el discernimiento humano puede mantenerse al día con la tecnología que mejora rápidamente.
Casi todos los días, la creadora de Gamja dice que recibe mensajes en línea de personas preocupadas por su cachorro generado por IA: creen que está comiendo alimentos que no son saludables, dicen, porque piensan que están viendo un perro real.