‘Piece Together’ es una exposición internacional de arte en mosaico de vanguardia, comisariada por la Asociación Británica de Mosaico Moderno (BAMM). Representa una nueva era de autoría colectiva, donde las voces individuales y la creatividad compartida se unen para redefinir los límites de este medio atemporal. El resultado final es una vibrante colección de 65 obras que invitan al espectador a un mundo cautivador de mosaicos de bellas artes. Desde teselas brillantes que evocan agua moteada de luz hasta fragmentos táctiles con formas de pájaros en vuelo o ritmos abstractos, la colección celebra las infinitas posibilidades de materiales a menudo subestimados.
Existe una contradicción de larga data entre los aspectos individual y colectivo del arte del mosaico. Las teselas individuales de un mosaico dependen unas de otras para crear una imagen cohesionada, al igual que las decisiones y habilidades del artista, las cuales están influenciadas por técnicas tradicionales, el arte y el laborioso proceso de ensamblar un mosaico. En Piece Together, esta dualidad se amplía para incluir la creación real de un mosaico colectivo. El tema de la exposición es la colaboración y mediante el trabajo conjunto o el intercambio de materiales. Esta exposición ha sido comisariada por Crescent Arts, una organización benéfica de arte contemporáneo con sede en Scarborough. Cada artista involucrado en el proyecto intercambió materiales, ideas o porciones de su trabajo para crear juntos una nueva obra de arte. El aspecto colectivo de la exposición se refleja en su disposición. Los 65 mosaicos están dispuestos en filas en una pared, creando una cuadrícula de paneles de 30 cm que funciona como una única entidad compuesta de muchos mosaicos individuales de color y textura.
Aunque no hay dos paneles que exhiban el mismo lenguaje, son parte de un vocabulario común. Hay mosaicos que brillan con vidrio y luz, mientras que otros descansan en la belleza terrenal de la cerámica, la piedra y la pizarra. Mientras muchos de los mosaicos exhiben imágenes reconocibles, otros se difuminan en la abstracción, donde las teselas individuales se convierten en el sujeto en lugar de una herramienta para representarlo. Cuando se ven en conjunto, los mosaicos demuestran un medio liberado de sus asociaciones históricas con la decoración y el monumentalismo, y en su lugar utilizan el medio para explorar la experimentación, la conciencia ambiental y la expresión emocional.
Varias obras expuestas en Piece Together ilustran esta nueva dirección para el medio. Por ejemplo, una delicada representación de dos frailecillos titulada ‘Puffins – A collaboration of Sea Clowns’ de Gillian Goldsmith y Sarah Bourne, ha intercambiado placas de cerámica y vidrieras. Los frailecillos están renderizados delicadamente con vidrieras cortadas a mano, sobre un cielo gris azulado. La precisión de los cortes crea una sensación de suavidad y añade a la impresión general de delicadeza. Junto a esta pieza hay una abstracción más táctil de gruesos fragmentos de piedra y vidrio en rojos, ocres y amarillos azufre, que empujan el mosaico hacia el ámbito del relieve escultórico. Titulada ‘The red berry’ de la artista Sandrine Soubes, representa un pico de pájaro sosteniendo una pequeña baya, con ternura. La superficie irregular de esta obra proyecta sombras que cambian a lo largo del día, sugiriendo movimiento e inestabilidad. La yuxtaposición de estas dos obras ilustra el enfoque curatorial de la exposición, basado en el contraste. La primera obra celebra la representación y la suavidad, mientras que la segunda celebra la energía material y la fragmentación.
Además de explorar el potencial del mosaico para expresar narrativa, varias obras en la exposición usan el mosaico como una forma de contar historias. Por ejemplo, un panel que representa un cocodrilo, un pájaro y una tortuga en una coexistencia inverosímil, demuestra una composición clásicamente ordenada por Judy Tocher titulada ‘Reaching for the golden pear’. Cada animal está representado por teselas de diferentes escalas y tonalidades, creando un ritmo dinámico en la superficie. Inmediatamente debajo de esta obra hay un diseño geométrico monocromático en negro, blanco y ocre titulado ‘Posh not posh’ de Coralie Turpin, que recuerda a los motivos de los pavimentos romanos, pero los actualiza con simetría rota y variados grosores de piedra. Ambas obras reflejan la capacidad de la exposición para equilibrar la historia y la innovación, sin favorecer a una sobre la otra.
‘Found’ de Dorothy Lesowiec aporta un cierre tierno – una obra profundamente personal que celebra el redescubrimiento de la familia. El oro de los smalti brilla en la superficie, simbolizando la riqueza del amor, la pertenencia y la reconexión.
‘Neighbourhood Watch’ de Nicky Tudor celebra la fuerza silenciosa de la comunidad – los actos cotidianos de cuidado que unen a los vecinos. Tudor ha transformado el espíritu de conexión en un mosaico de rica textura. Tudor ensambla cerámica sin vidriar, baldosas esmaltadas y de vidriera, abalorios, palillos de bambú, mármol, aluminio, cobre y fragmentos de espejo. Cada material en el mosaico capta la luz de manera diferente, como voces individuales en una armonía colectiva. Es un radiante tributo a la belleza de la unión y la resiliencia de la humanidad compartida.
Cuando se ve en su totalidad, el muro de 65 mosaicos funciona como una partitura musical, donde cada obra es una nota que contribuye a una sinfonía compleja y transcultural. Algunas de las obras destacan por su luminosidad, como aquellas creadas con vidrio azul iridiscente que evocan el agua o el cielo. Otras obras anclan la composición en tonos tierra y texturas pesadas. La tendencia natural a interpretar narrativa o emoción en los patrones hace imposible evitar leer los mosaicos individuales como una unidad cohesionada. El ojo del espectador se mueve de un fragmento a otro, siguiendo los hilos visuales de técnica y color que recorren el muro como líneas invisibles de comunicación entre los artistas.
La decisión del curador de limitar las obras a dimensiones uniformes fue crucial para el éxito de la exposición. La decisión eliminó la jerarquía y enfatizó el diálogo. Un mosaico más grande de lo normal podría haber afirmado su dominio solo por su tamaño; aquí, todas las piezas comparten el mismo espacio y requieren que el espectador se centre en los matices en lugar de en la pura escala. La exposición recompensa una visualización prolongada. Cada panel del mosaico revela decisiones sutiles: la tensión entre superficies lisas y rugosas, el contraste entre el corte preciso y el espontáneo, etc. Esas contradicciones reflejan el proceso colaborativo en sí, donde el compromiso y el conflicto pueden ser catalizadores creativos.
Piece Together sitúa al mosaico en términos de colaboraciones, procesos e intercambios globales y por lo tanto lo coloca dentro de los debates del arte conceptual y de práctica social. Las obras de arte presentadas aquí no son solo visuales o estéticas; representan un registro de comunicación, diálogo y confianza mutua. Cada junta, cada línea de lechada, sirve como un testimonio de numerosas decisiones y capas de autoría.
Piece Together también adquiere un significado adicional debido a la inclusión de documentos que detallan la colaboración entre el ganador del Premio Turner Jeremy Deller y Coralie Turpin. Trabajando con comunidades locales, ambientalistas y arqueólogos, los dos artistas crearon una instalación pública permanente de mosaico en el paseo marítimo de Scarborough. Inspirado por el pasado romano de Scarborough y la rica vida marina de la costa local, la obra – ‘Roman Mosaic c.2025’ – forma parte de la nueva Estación de Observación del Mar en Marine Drive. Esta inclusión de documentación sobre el proyecto, en forma de efímeros y materiales preparatorios, amplía el alcance conceptual de la exposición. Piece Together posiciona así al mosaico como una forma de arte democrática que puede conectar la experiencia local con problemas globales de medio ambiente, patrimonio e identidad colectiva.
Tanto lo íntimo como lo monumental están representados en Piece Together. Hay obras que funcionan a manera de meditación personal, explorando la textura y el ritmo como metáforas de la memoria o la emoción. Hay obras que abordan directamente preocupaciones sociales o ambientales, utilizando materiales reciclados y/o fragmentos encontrados como declaraciones sobre sostenibilidad. La necesidad inherente de reutilizar y recombinar en el mosaico se presta a tales temas. En algunas de las obras de arte, las teselas contienen fragmentos de porcelana, espejo o baldosa rota, y cada fragmento conserva un remanente de su vida anterior. Los componentes dispares de estos fragmentos logran una nueva coherencia a través de una cuidadosa colocación y refuerzan el mensaje general de la exposición: que la belleza y el significado surgen de la unidad, no de la uniformidad.
Formalmente, la mayoría de los artistas en esta exposición resisten la planitud que tradicionalmente se ha asociado con el mosaico. El relieve y las capas tridimensionales son características comunes de estas obras de arte. Los ejemplos incluyen una composición abstracta con bandas alternas de rojo y naranja. Además, hay superficies que son intencionalmente irregulares y obligan al espectador a interactuar con los aspectos táctiles del medio. Tales elecciones formales posicionan al mosaico de vuelta a su base material, liberándolo del intento de imitar la pintura. Los artistas no se esfuerzan por crear la ilusión de profundidad, sino que, en cambio, reconocen la presencia física de la piedra y el vidrio. Las obras de arte parecen “respirar” con el proceso rítmico de crearlas, y las superficies suben y bajan de una manera que recuerda a las formaciones geológicas.
Aunque la premisa colaborativa de la exposición podría fácilmente llevar a la repetición temática, la variedad de resultados mantiene la vitalidad de la exposición. Algunas combinaciones de artistas han resultado en mezclas armoniosas de estilos, mientras que otras combinaciones han resultado en una disonancia deliberada. Cuando dos artistas con sensibilidades diferentes han combinado sus enfoques, la tensión resultante es evidente en los elementos estructurales de la obra de arte: cambios repentinos en el tamaño, color u orientación de las teselas indican la intersección de dos pares de manos. Las costuras visibles entre estos dos pares de manos sirven como metáforas del diálogo, indicando dónde dos individuos han comunicado y resuelto diferencias y desacuerdos.
Uno de los éxitos de Piece Together reside en cómo transforma el mosaico en un lenguaje del tiempo. Cada tesela representa una decisión que ha sido congelada en el tiempo, sin embargo, colectivamente, las teselas expresan movimiento y ritmo. El trabajo involucrado en cortar y colocar teselas es lento y meditativo, y por lo tanto, se opone directamente al ritmo rápido de la cultura digital contemporánea. Como tal, Piece Together funciona como una resistencia silenciosa al ritmo rápido y al aislamiento de la sociedad moderna. Piece Together nos recuerda que los esfuerzos creativos pueden ser actos comunitarios de paciencia, y que el diálogo puede sostenerse a través de la distancia y las demoras.
Este aspecto se ve intensificado por el hecho de que la exposición se encuentra dentro del Museo y Galería de Scarborough. Las paredes blancas y la suave luz natural proporcionan las condiciones perfectas para que las obras de arte se muestren sin distracciones. La luz se refleja en el vidrio y las texturas cambian con la luz, muy parecido a cómo el diálogo cambia según quién habla y cuándo. El ritmo espacial de la instalación invita al espectador a caminar a través de ella y revisitarla. La instalación vista desde lejos aparece como un gran tapiz, mientras que de cerca, se descompone en cientos de decisiones separadas. El espectador oscila entre ver la instalación como un todo y ver individualmente la miríada de decisiones que la componen, reflejando el proceso de colaboración en sí mismo.
Cabe decir que Piece Together es una exploración de la empatía. Colaborar con mosaico requiere no solo confianza en otro artista, sino también confianza en la capacidad del material para unir elementos. El título de la exposición es una declaración clara de esta confianza. Si bien el título de la exposición declara claramente el concepto de ensamblaje literal, también transmite el proceso psicológico de ensamblar perspectivas, estéticas y experiencias. El producto final no es un todo unificado, sino más bien un mosaico de voces que conservan su individualidad mientras contribuyen a una entidad compartida mayor.
Sobre BAMM
Fundada en 1999, La Asociación Británica de Mosaico Moderno (BAMM) es una organización de membresía que tiene como objetivo promover, alentar y apoyar la excelencia en el arte contemporáneo del mosaico para aumentar la conciencia pública sobre el mosaico y los artistas que lo crean.
Estos vibrantes mosaicos se ven mejor en persona, así que si puedes llegar a Scarborough para visitar la exposición, ¡por favor hazlo! No te arrepentirás.
La exposición Piece Together continúa hasta el 14 de noviembre de 2025 en Woodend Gallery, parte del Museo y Galería de Scarborough.
Sitio web: bamm.org.uk