El gobierno español insiste en que las mujeres están seguras, a pesar de los informes sobre malfuncionamientos de las pulseras electrónicas de protección diseñadas para mantener a los agresores a distancia.
La Fiscalía General del Estado señaló en su informe anual que estos dispositivos, que alertan a las víctimas si el agresor infringe una orden de alejamiento, experimentaron problemas técnicos tras una migración de datos vinculada a un cambio de proveedor.
Las fallas causaron angustia en las víctimas y conllevaron a “un elevado número de sobreseimientos provisionales o absoluciones” en casos de violación de órdenes restrictivas, indicó el documento.
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La portavoz gubernamental Pilar Alegría reconoció que un “período de transición” entre junio y noviembre de 2024 reveló una anomalía, pero afirmó que fue “corregida y resuelta”, añadiendo que “la tecnología no es infalible”.
“Las mujeres han estado protegidas y siempre han estado seguras antes, durante y después”, declaró en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Los diputados de la oposición criticaron rápidamente al gobierno, lo que llevó a la Fiscalía a emitir un comunicado afirmando que los “problemas aislados” quedaron resueltos a finales de 2024.
Funcionarios señalaron que los casos de presuntas violaciones de órdenes de alejamiento que fueron archivados debido a los problemas técnicos se reabrieron una vez recuperada la información.
La Ministra de Igualdad, Ana Redondo, defendió el sistema y anunció que una nueva licitación para los dispositivos se emitiría en los próximos meses.
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“Puede haber incidencias, pero afirmar que estas ponen en riesgo a las mujeres —no, por favor, eso es absolutamente y radicalmente falso”, sostuvo en una entrevista con la televisión pública española.
Los partidos opositores permanecen escépticos y han exigido la dimisión de Redondo. Alicia García, portavoz del conservador Partido Popular en el Senado, tildó las fallas de “negligencia criminal” y acusó a la ministra de mentir sobre la seguridad del sistema.
Desde que asumió el cargo en 2018, el Presidente socialista Pedro Sánchez ha convertido el feminismo y la lucha contra la violencia de género en un pilar central de su política.