Los reportes indican que Kenny Dillingham ha firmado un nuevo contrato con la ASU por 7.5 millones de dólares.
TEMPE, Arizona — Kenny Dillingham siempre insistió en que no tenía interés en irse de la Universidad Estatal de Arizona. Lo único que quería era que su programa y sus entrenadores asistentes obtuvieran los recursos necesarios para tener éxito.
Dillingham consigió su deseo el sábado, firmando una extensión de contrato de cinco años que elevará su salario a un promedio de 7.5 millones de dólares anuales e incrementará el fondo salarial para sus asistentes a 11 millones, uno de los más altos en la Big 12.
“El apoyo esta temporada ha aumentado un montón. Nuestra universidad dio un paso al frente”, dijo Dillingham a los periodistas después del entrenamiento del sábado. “Por lo que yo estaba luchando era por ese compromiso a largo plazo con nuestro cuerpo técnico, con nuestro programa, con el compromiso de intentar ser competitivos en este mundo loco del fútbol universitario.”
Se había rumoreado que Dillingham estaba en la lista para varios trabajos importantes, pero él insistió, tras una victoria contra West Virginia el 15 de noviembre, en que no se iba a ir a ningún lado. El nombre del entrenador de 35 años volvió a sonar cuando Michigan despidió a Sherrone Moore la semana pasada, y Dillingham fue honesto al admitir que **usó** el interés de Michigan para presionar a Arizona State y que apoye aún más al programa de fútbol.
“Este siempre fue el objetivo: asegurar un liderazgo generacional aquí mismo en ASU”, declaró el director deportivo de Arizona State, Graham Rossini. “Tenemos al entrenador correcto y queremos que él cuente con las herramientas para hacer su trabajo de una manera que siga generando emoción, conexión y victorias en ASU. ¡No solo el Valle está activado, sino que los Sun Devils están a punto de encenderse!”
Sin duda, Dillingham ha revitalizado el programa de Arizona State y su base de fanáticos.
El ex coordinador ofensivo de Oregon y graduado de Arizona State se convirtió en el entrenador más joven de la FBS cuando fue contratado a los 32 años. Tras una primera temporada plagada de lesiones, llevó a los Sun Devils al campeonato de la Big 12, su primer título de conferencia desde 1996. Arizona State luego llegó por primera vez al College Football Playoff, lo que le valió a Dillingham una extensión de contrato que aumentó su salario a 5.8 millones en el primer año.
Las lesiones afectaron mucho a Arizona State esta temporada, especialmente al mariscal de campo Sam Leavitt y al All-American Jordyn Tyson, pero aun así Dillingham mantuvo a su equipo en la contienda por regresar al juego del campeonato de la Big 12 hasta finales de la temporada.
Los Sun Devils agotaron las entradas en todos sus partidos en casa esta temporada y terminaron la temporada regular con 8-4, obteniendo un lugar en el Sun Bowl del 31 de diciembre contra Duke.
Ahora, Dillingham y su programa tienen más recursos para mantener el impulso.
“Nuestro cuerpo técnico gana. Lo he dicho una y otra vez”, afirmó Dillingham. “Ellos y nuestros jugadores son los que nos han llevado hasta este punto. Son una pieza vital y creo que merecen ser cuidados.”