La clase política española se encuentra enfrascada en un agrio enfrentamiento por las caóticas protestas pror palestinas en Madrid, que precipitaron el final prematuro de la Vuelta el domingo. La oposición acusa al gobierno izquierdista de permitir una “vergüenza internacional”.
Los comentarios del presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, el domingo, provocaron además una airada respuesta de Israel.
Manifestantes que denunciaban la participación del equipo Israel-Premier Tech en una de las grandes vueltas ciclistas desbordaron a la policía e invadieron el recorrido en la capital española, forzando a los organizadores a suspender la etapa final.
Un portavoz de la delegación del Gobierno central en la Comunidad de Madrid informó a la AFP de que 100.000 personas habían participado en las protestas, añadiendo que se produjeron dos detenciones.
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Esta agitación fue la culminación del activismo pro palestino contra la guerra de Israel con Hamás en Gaza, con protestas que alteraron la carrera de tres semanas en varias ocasiones.
Incluso antes de la jornada final, los organizadores habían tenido que acortar algunas etapas y los manifestantes habían provocado caídas al irrumpir en el circuito.
Varios miembros del gobierno de izquierdas han apoyado públicamente el movimiento en un país donde el apoyo a la causa palestina es significativo.
Sánchez realizó sus primeras declaraciones públicas sobre la polémica el domingo, afirmando antes de la etapa final que “España hoy brilla como un ejemplo y como un motivo de orgullo”.
Dijo, en un acto del Partido Socialista en Málaga, que el país era “un ejemplo para una comunidad internacional que ve a España dar un paso al frente en la defensa de los derechos humanos”.
Israel fue rápido en denunciar sus declaraciones.
El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, tachó a Sánchez y a su gobierno de “una deshonra” para su país, acusando al presidente español de “alentar a los manifestantes a salir a las calles” de Madrid através de “sus incitaciones”.
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‘Vergüenza internacional’
La oposición de derechas, el Partido Popular (PP), que gobierna la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento de la capital, también reaccionó con furia.
La respuesta en redes sociales del líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, fue contundente después de que el prestigioso evento ciclista finalizase con cargas policiales y disparos de gases lacrimógenos contra los protestantes.
“El gobierno ha permitido e inducido a que la Vuelta no se completase y, de esta forma, una vergüenza internacional televisada en todo el mundo”, afirmó.
Enfrentamientos entre la policía y manifestantes pro palestinos que invadieron la calle durante la 21ª y última etapa de la Vuelta a España 2025. (Foto de Pierre-Philippe MARCOU / AFP)
La presidenta de la Comunidad de Madrid del PP, Isabel Díaz Ayuso, escribió en X que Sánchez “se erige directamente responsable de cualquier altercado ocurrido… ¡qué daño a nuestro deporte y a nuestro país!”.
Y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, declaró: “Lo ocurrido hoy en Madrid es fruto del odio y la violencia que se ha alentado irresponsablemente en los últimos días por líderes de la izquierda.”
En el otro extremo del espectro político, la vicepresidenta de ultaizquierda, Yolanda Díaz, alabó a la sociedad española por “dar una lección al mundo”.
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“Israel no puede competir en ningún evento mientras continúa cometiendo un genocidio”, escribió en Instagram, días después de que el gobierno israelí le prohibiera la entrada por sus críticas a la guerra en Gaza.
Israel-Premier Tech, propiedad del promotor inmobiliario israelí-canadiense Sylvan Adams, es un equipo privado y no una selección estatal, pero fue elogiado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu por continuar compitiendo a pesar de las enérgicas protestas.
